lunes, 6 de julio de 2009

NO me digas que no te dige

Consultados por Hoy, los especialistas coinciden en apuntar que el momento del país es propicio para ahorrar dinero en moneda extranjera. "La tendencia es al posicionamiento en divisas", aseguran

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Se sabe que en tiempos de crisis no existen fórmulas mágicas para gambetear la escasa circulación de moneda. Sin embargo, los especialistas en economía pueden brindar algunos consejos sobre cómo puede comportarse el ciudadano medio para resguardar y quizás hasta acrecentar sus ahorros. El panorama económico, según vislumbran los especialistas, continúa profundizando la recesión. “Este es un año en que la economía está en retracción, con una caída de entre 2 y 3% respecto de 2008”, apuntó el economista de la CTA, Claudio Lozano, en diálogo con Hoy.
En tanto, Marcelo Lascano, economista del Grupo Fenix, avizoró que el panorama negativo aún tiene posibilidades de recuperación: “Si las expectativas pesimistas se modifican, y se pone fin a la querella política inútil, la economía puede repuntar, reafianzando la confianza”.Por su parte, Aldo Ferrer puntualizó en su análisis sobre la economía nacional que “sigue ordenada, con problemas pendientes -como evitar la fuga de capitales- pero sin riesgos de desplomarse”. Según Ferrer, el momento es propicio para que el ciudadano medio se vuelque a realizar inversiones en pesos, por ejemplo en títulos públicos, y sobre todo para comprar dólares, preferentemente de bancos argentinos. “Si bien el comportamiento del dólar y el euro en Argentina estará sujeto a definiciones según las políticas que implemente el Banco Central, la economía seguirá con un nivel de actividad modesto, sin cataclismos”, aseguró.
Desde el punto de vista de Claudio Lozano, durante este año seguiremos siendo espectadores de un “agravamiento del cuadro social, la reducción en la disponibilidad de recursos públicos, con una baja en la recaudación, y un estado nacional con dificultades financieras muy serias y las provincias ajustadas y deficitarias”.
En este panorama, la presión cambiaría “aumentará por la posibilidad de devaluación, y el dólar y el euro tenderán a subir” (y el peso a devaluarse respecto de las dos monedas). Por eso, Lozano aconseja que “si el sistema financiero y cambiario se mantiene tal cual está en esta coyuntura, la tendencia es al posicionamiento de divisas”, aunque advirtió por fuera de su sugerencia, si él fuera parte del Estado lo impediría “por la tendencia a la devaluación que eso conllevará”.
Lascano, por último, fue categórico con respecto a las monedas de cambio: “El euro es una anarquía porque es la moneda común de 16 de los 27 países europeos, por lo cual se pueden desbarrancar en cualquier momento”, mientras que “no hay ninguna moneda por ahora que pueda competir con el dólar, el 75% de las reservas del mundo están en dólares”.
En síntesis, “sigue siendo la moneda preferencial de la gente, y la de más estabilidad”. Ahorrando y aguardando la evolución de medidas mundiales y nacionales en contra de la crisis, no toda debacle es caída, y la economía, según los especialistas, aún está a tiempo de recuperarse. “Son necesarias buenas señales políticas, dejar de lado las provocaciones, revisar los presupuestos estatales, arreglar la situación con el campo y las demás fuerzas políticas de la Argentina y se puede superar la tormenta, subiendo el espíritu del inversor medio argentino”, soltó como reflexión final Lascano.
Costumbre argentina
La vieja manía argentina de dolarizar los ahorros está resultando bien palpable este año. No sólo el atesoramiento de billetes verdes tiene como destino el exterior (conocido como “fuga de capitales”), sino que incluso el fenómeno se produce dentro del mismo sistema financiero argentino. Mientras que los depósitos en dólares crecen 17,5% en 2009 (récord post convertibilidad), las colocaciones en pesos del sector privado están totalmente estancadas.
Es más, si se toma la variación de los últimos 12 meses, se encuentra que los depósitos en divisas crecen 31% contra una merma del 0,7% para los de pesos. El parate de estos últimos está relacionado con el crecimiento de los primeros, ya que no hay fondos nuevos que ingresen al sistema para hacer colocaciones en dólares, sino que son los “viejos” clientes en pesos que se pasan a moneda dura. Tanto los consultores privados como el Banco Central destacan que, al menos, esto es un dato positivo porque el ahorro queda “fronteras adentro”.
diario Hoy

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