martes, 31 de marzo de 2009

Que el último apague la luz

Creemos que después de las elecciones el dólar lo van a poner en 4,50”, afirmó a La Política Online el directivo de uno de los bancos más importantes del país. La versión en rigor es de las más optimistas. Hoy el dólar en el mercado paralelo se aproxima aceleradamente a los 4 pesos. Así que llevarlo de un golpe a 4,5 no sería ninguna revolución.El problema con una medida de este tipo es la memoria colectiva del argentino, que detrás de una devaluación no ve la corrección final de la moneda, sino el inicio de una escalada y agudiza el efecto que se quiere evitar, estos es la corrida al dólar, que a su vez provoca la disparada de las tasas para neutralizarla, que vuelven imposible el crédito y paralizan así la actividad.“Si ponen el dólar a 4,5 pesos de un saque, la gente va a pensar que la semana que viene se va a 6 pesos y ahí ya estamos metidos en un quilombo”, afirmó a La Política Online un técnico del Banco Central, con el lenguaje gráfico de la City.La presencia de Martín Redrado en el Banco Central es una de las pocas garantías que quedan al kirchnerismo para mostrar al mercado alguna racionalidad económica. Esta semana, volvieron los rumores de su renuncia, pero todavía no es el momento.“Martín está convencido que la actual política de mini-devaluaciones diarias es lo que hay que hacer. Mientras pueda mantener esa decisión y no le pidan que haga locuras va a seguir. Pero ni loco rifa todo el prestigio internacional que construyó. Antes de hacer un disparate se va”, afirmó a La Política Online un amigo y asesor del titular del Banco Central.Se entiende que “un disparate” para Redrado sería implementar una fuerte devaluación, como proponen sectores kirchneristas –y algunos de la UIA- que apuestan a un “oneshot” que “corrija” la pérdida de competitividad de la economía local, le mejore las ganancias al campo, y afloje la presión sobre el gasto público. Semanas atrás El Cronista Comercial reveló esta idea y ubicó la devaluación en un 30 por ciento. Hay que conceder que sería muy complicado para Redrado seguir hablando de las bondades de la “flotación administrada” en ese escenario.“Si todos los problemas de la economía se resolvieran devaluando sería fantástico y lo harían todos los países del mundo”, agregó con ironía la fuente del Central.Sin embargo, en los principales bancos de la City estiman como un escenario muy probable que Estados Unidos termine saliendo de la crisis global con más inflación. Efecto económico que sin dudas se sentirá en todo el mundo y en particular en la Argentina.Qué pasa en los bancosNadie pone hoy en duda la capacidad del Central para determinar el valor del dólar. Pero los especialistas recomiendan mirar la tendencia. La gente común –no sólo los grandes empresarios-, están retirando su dinero del banco y comprando dólares. Las reservas, aunque lentamente, bajan.No existe hoy la posibilidad de un nuevo corralito. Es más, muchos bancos tienen más dinero que la totalidad de sus préstamos. Lejos de ser una fortaleza es la foto de un negocio que –salvo por los préstamos a tasa subsidiada que direcciona la Anses- está muerto. Como los llama el economista Nouriel Roubini, son la versión local de los bancos-zombi, instituciones que vegetan sin cumplir su rol, en este caso movilizar el dinero de los ahorros a la economía real. Nadie que se dedique a un negocio lícito puede tomar préstamos a una tasa que supera el 20 por ciento, muy pocos negocios alcanzan esa rentabilidad. Se trata de uno de los cuellos de botella que enfrenta el “modelo productivo”, que la plata del Anses –si bien sirve de paliativo- no logra resolver. Pero hay otros.Porqué es necesario devaluarRoberto Frenkel es uno de los economistas argentinos que más concienzudamente estudió las políticas devaluatorias. Cercano al gobierno, hace meses que viene advirtiendo sobre el “atraso cambiario” que vive el país. En una columna publicada en La Nación se atrevió a poner en blanco sobre negro lo que se habla por lo bajo, la posibilidad de una fuerte devaluación después de las elecciones.Frenkel afirma que “hay buenas razones para esperar un aumento importante del tipo de cambio. El tipo de cambio real multilateral se apreció un 20% desde comienzos de 2007, de modo que recibimos el impacto de la crisis internacional con el tipo de cambio real más bajo alcanzado desde que cayó la convertibilidad, justo al revés de lo que había que hacer”. “Además, la situación fiscal no es holgada y tampoco la disponibilidad de moneda internacional para los compromisos financieros. Un aumento del tipo de cambio real contribuiría a aliviar esas restricciones. También contribuiría a incrementar la protección del empleo y de las industrias que compiten con importaciones y a mejorar la situación del sector agropecuario y suavizar el conflicto”, concluye. Exactamente la visión que refuta la actual conducción del Central.En el mercado se afirma que Néstor Kirchner adelantó las elecciones no sólo porque se espera un segundo semestre en el que la crisis impacte fuerte en la producción y el empleo, sino porque el gobierno ya no tiene capacidad para “aguantar” el tipo de cambio actual hasta octubre.El año pasado el país sufrió una fuga de dólares de unos 23 mil millones, superior a la que vivió la Argentina en el 2001. El Banco Central no perdió reservas porque todavía se contaba con un fuerte superávit comercial. Este indicador también entró en zona de riesgo, por los efectos de la crisis global sobre el comercio y el conflicto con el campo, entre otras razones.Los productores ya han dejado trascender que difícilmente liquiden la soja que conservan, hasta después de las elecciones. O peor aún, hasta que se consolide una nueva mayoría parlamentaria –eventualmente en diciembre- que baje las retenciones. Son divisas que ya no se cuentan para frenar el dólar.Así las cosas, Kirchner enfrenta en rigor dos desafíos simultáneos que pueden potenciarse en su contra y retroalimentarse, por la temeraria decisión de anticipar las elecciones. La lucha política y la presión devaluatoria se han citado para el próximo 28 de junio, se verá que le depara al país, tan inquietante café.( La Política on line )

viernes, 27 de marzo de 2009

Los no republicanos

Los 37 votos propios del Frente para la Victoria permitieron lograr la “victoria” oficialista corresponde a los siguientes hombres y mujeres, a saber: Fabio Biancalani (Chaco), Adriana Bortolozzi (Formosa), Eric Calcagno y Mallman (Capital), Elena Corregido (Chaco) Ana María Corradi de Beltrán (Santiago del Estero), Liliana Fellner (Jujuy), Nicolás Fernández (Santa Cruz), Daniel Filmus (Ciudad de Buenos Aires), Selva Forstmann (Santa Cruz), Marcelo Fuentes (Neuquén), Silvia Gallego (La Pampa), César Gioja (San Juan), Haidé Giri (PJ), Silvia Giusti (Chubut), Pedro Guastavino (Entre Ríos), Marcelo Guinle (Chubut), Guillermo Jenefes (Jujuy), Rubén Marín (La Pampa), José Mayans (Formosa), Ada Maza (La Rioja), Julio Miranda (Tucumán), Blanca Osuna (Entre Ríos), José Pampuro (Buenos Aires), Nanci Parrilli (Neuquén), María Cristina Perceval (Mendoza), Daniel Pérsico (San Luis), Miguel Angel Pichetto (Río Negro), Teresita Quintela (La Rioja), Marina Riofrío (San Juan), Fabián Ríos (Corrientes), Ramón Saadi (Catamarca), Eduardo Torres (Misiones), Mónica Troadello (Mendoza), Roberto Urquía (Córdoba), Luis Viana (Misiones), Elida Vigo (Misiones) e Isabel Viudes (Corrientes).A estos se sumaron los 5 senadores aliados: el fueguino Mario Colazo, la santiagueña Ada Iturrez de Cappellini, el neuquino Horacio Lores, y los fueguinos María Rosa Díaz y José Carlos Martínez. Votaron en contra los dos santafesinos disidentes Roxana Latorre y Carlos Reutemann; y también los peronistas disidentes Roberto Basualdo, Hilda González de Duhalde, Adolfo Rodríguez Saá y Juan Carlos Romero.También lo hiceron, por la Coalición Cívica, Samuel Cabanchik y María Eugenia Estenssoro; el socialista Rubén Giustiniani, y por supuesto los radicales Oscar Castillo, María Colombo, Juan Carlos Marino, Alfredo Martínez, Norberto Massoni, Gerardo Morales, Roy Nikisch, Luis Petcoff Naidenoff, María Dora Sánchez, Ernesto Sanz, Arturo Vera, Emilio Rached y Pablo Verani.En contra votaron también el renovador salteño Juan Agustín Pérez Alsina y el cordobés Carlos Rossi, igual que los tucumanos Delia Pichetti de Sierra Morales y Carlos Salazar.Estuvieron ausentes los peronistas disidentes Carlos Menem, Liliana Negre de Alonso y Sonia Escudero. Tampoco estuvo a la hora de votar la kirchnerista María José Bongiorno ( El Parlamentario )

Se van de a uno

Sergio Massa, el jefe de Gabinete que eligió Cristina Kirchner para tratar de relanzar su gestión después del primer capítulo del conflicto con el campo, se va del Gobierno.Fuentes allegadas al funcionario kirchnerista aseguraron a La Política Online que la decisión está tomada. Sólo resta definir cuándo será el día en que presente su renuncia. Y no es lo único que definió en los últimos minutos. También resolvió no ser candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, como pretendía Néstor Kirchner, y en cambio, ansía volver a Tigre, intendencia que todavía posee en licencia.

Sergio Massa
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La única duda que hay es cuál será la fecha en que presente su renuncia a Cristina. Según el matutino, aún persiste en el seno del matrimonio presidencial es si Massa se irá antes o después de la fecha prevista para los comicios. En el entorno del jefe de Gabinete las opiniones están divididas: hay quienes dicen que "Sergio querría irse a fin de mes" (esto es, a más tardar la semana que viene) y otros que sostienen que preferiría dejar el Gobierno el 29 de junio (al día siguiente de las elecciones). Todos coinciden en que, más allá del deseo del jefe de Gabinete, la palabra final la tendrá Kirchner.Tanto en público como en privado, Massa ya ha expresado su deseo de volver a la intendencia de Tigre. En ese sentido, tiene motivos para comenzar a celebrar: la última encuesta que encargó Kirchner para medir a los posibles candidatos del oficialismo en la provincia no incluye el nombre del jefe de Gabinete. Su regreso a Tigre, entonces, es prácticamente un hecho.Según el diario La Nación, en su lugar, especulan en el corazón del Gobierno, iría Florencio Randazzo. Y en lugar de Randazzo, Aníbal Fernández, quien regresaría a Interior, pero desprendiéndose del área de Seguridad. ¿Quién se haría cargo de Justicia y Seguridad? Este dibujo ubica allí a León Arslanian, quien a diferencia de Fernández cuenta con inmejorables relaciones con la Corte Suprema.En la cadena de reemplazos queda un eslabón perdido: Graciela Ocaña. Pero, eplicó el matutino, que en su ministerio aseguran que ella podría pedir licencia, concurrir a la campaña y, una vez reconquistada su banca, volver al cargo actual, al menos hasta fin de año. En rigor, nadie sabe si se trata de un pronóstico o de una broma de mal gusto destinada, es obvio, a Hugo Moyano.( La politica on line)

Imparable

El dólar estadounidense avanzó hoy un centavo, a 3,71 pesos para la venta, en casas de cambio y entidades financieras de la City porteña, donde se encarecía 13 centavos, 3,63 por ciento, en marzo, un alza contenida por el Banco Central que en 2008 perdió U$S 7.300 millones de reservas internacionales."El mercado operó con tendencia netamente compradora y activa presencia del Banco Central, que trata de evitar un alza del dólar por afuera de los carriles normales", dijo a Carlos Risso, de Notibancos.El dólar mayorista cerró en 3,696 pesos para la venta, 7 milésimas por encima del cierre del miércoles.El dólar interbancario se mantiene en niveles similares a los de noviembre de 2002, un año en el que se apreció hasta 3,9 pesos, en junio. El volumen negociado ascendió a limitados 308 millones de dólares, en otra rueda con escasa liquidación desde el sector exportador, en medio del conflicto entre el Gobierno y el sector agropecuario.En las pizarras de bancos y casas de cambio de la City porteña, la divisa estadounidense avanzó un centavo, a 3,68 pesos comprador y 3,71 para la venta, mientras que en el circuito informal el dólar llegó a venderse por encima de 3,78 pesos.El dólar al público avanza 24 centavos, 6,9 por ciento, en el año, una depreciación del peso convalidada por el Banco Central, que procura una devaluación paulatina, en medio del acelerado deterioro de la economía mundial y local.Las pizarras del microcentro porteño registraron hoy una gran dispersión, con precios que iban desde 3,71 a 3,75 pesos, una situación que refleja el estrés del mercado de cambio."Esto ocurre cuando el Banco Central, el único vendedor de importancia, no da cobertura (en el mercado mayorista) y se producen minicorridas que se expresan en las pizarras", dijo a esta agencia un experimentado operador.La autoridad monetaria procura una devaluación controlada del peso y proteger el nivel de reservas internacionales, en 46.973 millones de dólares, pero la desaceleración de la economía lesiona las cuentas públicas y empuja hacia una mayor depreciación del peso.La consultora Finsoport, que dirige Jorge Todesca, aseveró hoy que durante 2008 el Banco Central perdió 7.300 millones de dólares de las reservas internacionales, aunque la merma no se refleje en la cifra difundida por la autoridad monetaria."Según el INDEC, el BCRA no perdió reservas internacionales (RI) durante 2008, pero si se tiene en cuenta que su stock llegó a 50.500 millones de dólares en el primer trimestre, que el BCRA recibió créditos multilaterales y que el saldo de las RI a fin de año fue de 46.386 millones, no quedan dudas de que se perdieron aproximadamente 7.300 millones"."El stock hubiera sido de 53.490 millones a fin de año", concluyó Finsoport en el informe. Y esto preocupa a la entidad dirigida por Martín Redrado. Tanto que según el diario Cronista, en las mesas revelaron que desde el viernes pasado hay llamados del ente oficial que los intima a desalentar las compras de sus clientes por montos significativos –en algunos casos se habló de cifras que superen los U$S 100.000 millones–.Vale recordar que por ley el límite de compra de dólares tanto para individuos como para empresas es de U$S 2 millones mensuales. “El BCRA pretende que las entidades financieras desalienten las compras de las empresas para atesoramiento o para girar dividendos a su país de origen. No así para las operaciones genuinas de importación. Lo hace intimando a los bancos a que lo llamemos para comunicarles cada pedido de compra de clientes superiores a U$S 1 millón”, comentaron en un banco de primera línea. “Es como pedirle permiso, cuando el margen de compra es muy superior”, cuestionaron. “Hay menos demanda de empresas porque el Central le pido a los bancos que informe cada compra que supere los U$S 100.000”, relató un cambista.Sin negar el dato, desde la autoridad monetaria justificaron, sin embargo, que “bajo ningún modo se trata de un permiso o pedido de autorización de ninguna clase. Sólo tiene fines informativos: se le solicita al mercado que informe grandes operaciones con el fin de manejar mejor información”.( La Politica on line)

La vuelta de los Patacones

La historia reciente indica que las grandes crisis económicas de la Argentina empezaron estallando por la provincia de Buenos Aires. Algo de esto hablaron en el reciente encuentro que mantuvieron a solas Carlos Ruckauf y Daniel Scioli. En el 2001, la Nación se negó o no pudo asistir financieramente a la provincia y las cosas terminaron como terminaron. Hoy el tema de las enormes necesidades financieras de la provincia de Buenos Aires vuelven al primer plano de la política -todavía no alcanzaron la importancia que en los próximos meses tendrá en los medios-. La gran pregunta es cuan grande es el muy grande déficit bonaerense, y sobre todo: ¿De dónde saldrán los fondos para cubrirlo, con una economía en retroceso?Esta mañana, el periodista Carlos Pagni revolucionó el ambiente bonaerense con su mordaz columna habitual en La Nación al sostener que “la provincia enfrenta un rojo que ronda los 12.000 millones de pesos y depende del Tesoro nacional para restablecer las prestaciones educativas”. En esa afirmación, según dijeron fuentes del ministerio de Economía a La Política Online, hay un sesgo de especulación. Eso es cierto, ya que esa suma está anticipándose nueve meses a los hechos y todavía no transcurrió ni siquiera el primer trimestre del año, que es cuando se hace el primer balance en Economía.Esta precisión técnica fue aportada a este medio por el presidente de la comisión de Presupuesto de la Cámara Baja bonaerense, Franco La Porta, quien claró que recién con los datos del primer trimestre se podrá proyectar el déficit para el resto del año. Desde el Ministerio de Economía bonaerense que dirige Rafael Perelmiter afirmaron lo mismo. Pero lo que también es cierto, es que lo que dice Pagni puede ser verdad, lo que se confirmará recién el 31 de diciembre. Desde Economía negaron de todos modos que el déficit proyectado pueda alcanzar los 12 mil millones y explicaron qué piensa hacer Scioli para afrontar el pautado en 7 mil millones – el diputado La Porta precisó que la suma es de 7800 millones-. Según estas fuentes, el gobernador ya consiguió 4 mil millones limpios con el Programa de Asistencia Financiera (PAF) que le brindó el gobierno de Cristina Kirchner. Para completar esa suma, el gobernador prometió desde el año pasado obtener un crecimiento del 4 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) y una mayor recaudación –un 27 por ciento más que en 2008- y para esto mandó al titular de Arba, Santiago Montoya, a buscar aquellos “lugares en los que todavía hay capacidad contributiva escondida”. Se verá si esta proyección no es demasiado optimista en un contexto recesivo y de caída de actividad.Dudas en la oposiciónAmbas premisas -crecimiento del PBI y de la recuadación- hasta ahora no se lograron, según afirmó a La Política Online Walter Martello, diputado de la Coalición Cívica que integra la comisión de Presupuesto en la Legislatura bonaerense. El legislador afirmó que tanto el crecimiento del PBI como la mayor recaudación ya eran en diciembre “premisas falsas” para sustentar el déficit de 7,8 mil millones. En cuanto a la mayor recaudación, Martello dijo que los datos extraoficiales de la Contaduría General indican que “al menos no ha crecido la recaudación con respecto al año pasado”. Para brindar más detalles, el legislador afirmó que el 77 por ciento de la recaudación está basado en el impuesto a los ingresos brutos, cimentado a su vez en la mayor actividad económica “sustentada en sectores muy fuertes como la industria automotriz, que este año tuvo una retracción de casi el 50 por ciento, algo publicado por los propios organismos oficiales”. El cuanto al incremento del 4 por ciento del PBI, Martello también negó que haya sucedido. Lo que quedaDe confirmarse esta tendencia y al no contar con este dinero, el gobierno provincial sólo puede aspirar a los 4 mil millones del PAF, por lo que el resto del déficit estipulado (más de 3 mil millones) no tendría hasta ahora una financiación prevista.A este cuadro, según Martello, hay que sumarle una cifra que no figura en el Presupuesto 2009, que es la concerniente a los aumentos salariales de los docentes y de los demás trabajadores estatales. Lo que ya ofreció el gobierno de Scioli a los educadores ya suma 750 millones –suma rechazada por el Frente Gremial Docente que aspira que el gobierno se estire a un gasto extra de 1200 millones-. Esto significa que deberá sumar a los gastos un mínimo de mil millones más. Por lo tanto, acorde a las palabras del diputado, se deberán sumar otros 2 mil millones para solventar los aumentos salariales a los otros sectores que trabajan para la provincia. Es decir que los 7,8 mil millones de pesos que el gobierno esperaba tener como déficit, se le debe agregar la suma de los aumentos salariales, lo que deja un total de 10,8 mil millones. Para llegar a los 12 mil millones que cita Pagni, Martello explicó que Scioli había incluido dentro del financiamiento de la provincia el dinero que iba a obtener con créditos internacionales. Pero con la crisis financiera que sacude al mundo es imposible pensar en un “crédito internacional”, según el diputado. Primeros efectos de la crisisMartello dijo que por si fuera poco “ya hay postergación de pagos a proveedores, denunciada por la Federación de Proveedores” y “reprogramación de los pagos de obras públicas, lo que constituye patear la pelota para más adelante”. Tomando como referencia esta situación, el diputado oriundo de Esteban Echeverría sostuvo que la provincia se halla en una situación peor a la de 2001-2002, por lo que “vamos camino a que el gobierno provincial emita una letra de tesorería para gastos corrientes”, es decir, un bono como el patacón. Por otra parte, tanto la fuente del Ministerio de Economía se mostraron reticentes en considerar como un paliativo de fondo el anuncio de Cristina sobre la coparticipación de las retenciones –al que Scioli adherirá por decreto sin pasar por la Legislatura–, ya que esa suma se utilizará para obras públicas y no será dinero fresco que calme las aguas en la conflictiva provincia, deficitaria por naturaleza, básicamente porque históricamente fue muy perjudicada a la hora de fijar los procentajes de coparticipación. Legalmente esto es así, según lo fija el propio decreto presidencial. Los poco más de 1400 millones extras que recibiría la provincia por coparticipación de las retenciones a la soja, tienen asignación específica a obras públicas determinadas. Esto es que no se pueden desviar -por ejemplo para pagar el aumento docente, como proponen los sindicatos de maestros-.El pasado 12 de diciembre, el presidente del bloque de diputados bonaerenses de la Coalición Cívica, Jaime Linares, había dicho que la provincia se hallaba frente a un presupuesto “pre-patacón”. Todo indica que esa profecía empieza a encontrarse con la realidad.( La Politica On line )

jueves, 26 de marzo de 2009

Uso y abuso

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) En sólo tres meses, el financiamiento con fondos públicos superó al registrado en todo el 2008. En concreto, desde enero hasta hoy, la Secretaría de Finanzas, conducida por Hernán Lorenzino, pidió prestado a diferentes dependencias públicas un monto de $9278,7 millones, un 1,63% más de los 9130 millones que tomó durante todo el año pasado.
Según publica La Nación, la última operación se registró este jueves (26/03): el Gobierno aprobó una emisión de letras a ser suscritas directamente por el Fondo Fiduciario de Infraestructura del Transporte por $200 millones, según la resolución 10/08 publicada en el Boletín Oficial. Pese a que fueron aprobados hoy, en rigor, estos títulos fueron emitidos en diciembre de 2008.
Cabe recordar que el 16 de febrero pasado fue prestado el mayor monto, cuando el Ministerio de Economía emitió dos pagarés, uno por $7.000 millones y otro por $49,6 millones, y una letra por $40 millones. Los dos primeros papeles fueron financiados por el Ministerio del Interior y el de Trabajo; el otro por el Fondo Fiduciario de Refinanciación Hipotecaria.
Pero además de financiar los planes del Gobierno, los pagarés no devengaron intereses, por lo que lo devuelto por el Estado a las dependencias fue una cifra menor a la prestada.
El Banco Nación, dirigido por la kirchnerista Mercedes Marcó del Pont, se convirtió también en uno de los principales aportantes, según informa La Nación. El Fondo Fiduciario para la Reconstrucción de Empresas, controlado por esa entidad y nacido en marzo de 1995 para ayudar a las firmas con problemas en el contexto del efecto Tequila, aportó casi $343 millones el 13 de enero -tras la emisión de cuatro letras- y $577.293.896 el último 20 de marzo, a través de dos letras.
La empresa nacionalizada AySA prestó $700 millones el 26 de febrero, el Instituto Nacional de Ayuda Financiera, $150 millones el 10 del mes pasado (tres letras); Lotería Nacional, $149 millones el 18 de marzo; y el BICE, el banco controlado por el ex ministro de Economía Miguel Peirano, aportó $70 millones el 27 de enero.
Vale destacar que el año pasado, esta estrategia llevó a que la deuda en manos de organismos oficiales aumentara un 48% respecto de 2007, hasta alcanzar los $9130 millones, según datos de la Secretaría de Finanzas. En ese entonces, las colocaciones de estos títulos se focalizaron en la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) y la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).

sábado, 21 de marzo de 2009

Maximiliano Montenegro

“Éste se manejó en el último año como un bruto político, se creyó que el peronismo empezaba y terminaba con él.” Habla de Néstor Kirchner un gobernador justicialista, que participó en los últimos días de diversos actos con anuncios de la Presidenta. El gobernador está convencido de que después de las elecciones legislativas se abrirá una mesa de consulta informal con sus colegas para “consensuar” junto a Kirchner la toma de decisiones. Revela que esas conversaciones semanales entre mandatarios provinciales ya ocurren. Y dice que ésa será la garantía de la gobernabilidad hasta 2011, cuando –descuenta– habrá un nuevo presidente peronista que, por supuesto, no cree que vaya a ser Kirchner o señora. El proyecto de coparticipar los ingresos por retenciones es una jugada del Gobierno para cerrar filas en la tropa de mandatarios provinciales, que durante el último año pagaron el costo político del conflicto con el campo. Para colmo, después, con la recaudación de los tributos provinciales jaqueada por el parate económico, debieron enfilar en peregrinación a Olivos en búsqueda de fondos que les permitieran pagar sueldos o planes sociales. Bien conocen de esas penurias el cordobés Juan Schiaretti y Daniel Scioli, en la provincia de Buenos Aires, que en las últimas semanas reclamaron un salvataje para abonar salarios y jubilaciones al día, después de que la recaudación de impuestos locales y de transferencias automáticas desde la Nación sufriera el cimbronazo de la recesión. El 51% de los gastos provinciales se destina al pago de salarios, mientras que en el caso de la Nación la masa salarial insume sólo el 13% de las erogaciones. Así que, con los ingresos en picada, un aumento a empleados públicos del 10% (módico para el año electoral) pondría en rojo a la mayoría de los presupuestos provinciales. El dilema es simple: si la Nación no cubriera esos déficits, volverían a circular en varias provincias los bonos (cuasimonedas) que hicieron furor en el 2001-2002. Entregar parte de la billetera (el 30% del total de la recaudación por retenciones a la soja, unos 6.500 millones de pesos) a tres meses de las elecciones es una movida astuta, porque coparticipa políticamente a los gobernadores de fondos que igualmente, en muchos casos, la Nación debía gatillar para tapar agujeros fiscales en el interior. Pero es también una señal de debilidad, de cambio de época, frente al poder de los gobernadores peronistas, que, como se dijo más arriba, pretenden eregirse en “garantes” de la gobernabilidad. Significa compartir, aunque sea parcialmente, una chequera que hasta ayer contó con una única firma autorizada. En la era K, el manejo de las “transferencias no automáticas” a provincias siguió siempre un patrón groseramente discrecional regido por la cercanía a la Rosada y alejado de cualquier criterio de distribución geográfico o poblacional. Adaptado a los nuevos tiempos, un patrón equivalente al que desplegó Carlos Menem en los noventa. Por ejemplo: • Según datos del Ministerio de Economía, de los casi $7.500 millones en “transferencias de capital”, para financiar obras y otras inversiones, que distribuyó la Nación en 2008 (hasta el tercer trimestre, último dato disponible), $973 millones (13% del total) se dirigió a Santa Cruz. • A Catamarca, con una población similar, se destinaron $35 millones (0,5% del total); a San Luis, 12 millones (0,2%), y a Corrientes, 76 millones (1%). • A Santa Fe, apenas $180 millones (2,4% del total) y a Córdoba, 270 millones (3,6%). • Incluso algunas jurisdicciones peronistas, alineadas sin chistar con la Rosada, están subrepresentadas frente al terruño del matrimonio presidencial: a Chaco llegaron 217 millones (2,9%). • Cada vez que mira la planilla, Scioli no sale de su asombro: sólo le llegaron 1048 millones, el 14% del total. Los $2.137 millones de “transferencias de capital” que ejecutó la Nación en 2008 en el territorio de la Ciudad de Buenos Aires engañan. Se explican por los fondos a AySA, a NASA S.A. (Nucleoeléctrica S.A.) y los subsidios a concesionarios de ferrocarriles. El cambio en el reparto de los 6.500 millones de retenciones que cederá la Nación será drástico. Según un informe de la consultora Economía y Regiones, siguiendo los coeficientes de distribución de la ley de coparticipación, el 21% ($1.383 millones) deberían ir al fisco bonaerense; el 8,5% (599 millones) a Córdoba; 8,6% (562 millones) a Santa Fe; 4,8% (314 millones) al Chaco, etcétera. A Santa Cruz, sólo el 1,5% (99 millones). Y a la Ciudad de Buenos Aires, relegada en la coparticipación, 155 millones de pesos. DE FRENTE. La idea de segmentar las retenciones –vía subsidios o devolución de impuestos– a las exportaciones fue considerada en el Gobierno. Julio De Vido y Sergio Massa, acompañados por Débora Giorgi y el propio secretario de Agricultura, Carlos Cheppi, simpatizaban con la estrategia de favorecer a los productores más chicos, terminar así de desgajar a la mesa de enlace y desactivar el conflicto en plena campaña electoral. Pero Néstor Kirchner la desechó con el argumento del costo fiscal: unos 1.500 millones de dólares. Que se sepa, nadie exploró alternativas para lograr la neutralidad fiscal de la medida, como una mayor carga tributaria a grandes pools de siembra y holdings agropecuarios. Los dirigentes rurales y buena parte del arco político interpretaron el anuncio de coparticipar la renta a los gobernadores como una declaración de guerra a los dirigentes agrarios. Y, a juzgar por la reacción, lo fue. El ex presidente cree que la protesta rural languidece. Piensa que sólo se mantiene viva gracias a la cobertura mediática y que no será un estorbo en la campaña electoral. Tampoco le preocupa demasiado que los productores (perdón, los “patrones rurales”) acaparen sin liquidar parte de la cosecha –de acuerdo con cálculos oficiales, por valor de unos 3.000 millones de dólares. Dice que, tarde o temprano, entre mayo y junio, deberán vender e ingresar esas divisas al país si no quieren quebrar. Habrá que ver si esta vez acierta en el diagnóstico. PELOTUDEZ. “Es una pelotudez, no vamos a volver este año al Fondo.” Así habla, en privado, Néstor Kirchner, sobre la posibilidad de negociar préstamos del FMI, después de las elecciones. Como se dijo en esta columna, con la recaudación desinflándose, al Gobierno no le alcanza “la caja” para llevar adelante una política keynesiana (con obras, aumentos salariales y planes sociales) que sostenga el mercado interno y, simultáneamente, le permita cumplir con todos los vencimientos de deuda. En el primer bimestre, la recaudación creció el 13%, y el gasto público, el 25 por ciento. La Argentina, a diferencia de Estados Unidos, no puede imprimir alegremente billetes ni emitir bonos de la deuda. Si el plan es mantener la expansión del gasto público, para amortiguar el impacto de la recesión, entonces habrá que conseguir financiamiento de algún lado. Una alternativa, evaluada en el “equipo económico”, es regresar al Fondo, siempre y cuando el organismo acepte desembolsar créditos sin los condicionamientos del pasado. Pero quien decide la vetó con elegancia, al menos por ahora. Además, en la Rosada admiten que negociar esos préstamos llevaría varios meses, con lo cual no serían aplicables este año. Otra alternativa es echar mano a las reservas del Banco Central. Pero en medio de una corrida al dólar sería muy riesgoso para la estabilidad cambiaria. Finalmente, todo apunta a una nueva reprogramación de vencimientos de deuda, de confirmarse la realización de los comicios el 28 de junio. En agosto vencen u$s2.400 millones de Boden 2012 y en diciembre no menos de u$s1.200 millones del cupón PBI. Ya se trabaja en la ingeniería financiera que permita “patear para adelante” el calendario de pagos. VERDE, VERDE. La demanda de dólares, sobre todo de parte de compradores minoristas, se acrecentó en bancos privados y oficiales. Entre los funcionarios-economistas K gana espacio la idea de que después de las elecciones habría que modificar la política cambiaria. Creen que un dólar más alto (¿arriba de 4 pesos?) resolvería varios problemas: atenuaría el impacto de la recesión en el mercado local, recompondría la oferta de divisas, frenaría la sangría de reservas que se prevé por la caída del superávit comercial y, sobre todo, acallaría los cuestionamientos a las retenciones, fuente de financiamiento en el corto plazo de las políticas keynesianas. También cuestionan la estrategia gradualista, de vender “reservas baratas” a los sectores medios y altos, con capacidad de ahorro. La discusión ya se había dado a fines del año pasado, cuando el matrimonio presidencial zanjó a favor de la política gradualista del titular del Banco Central. Martín Redrado avisó que si la idea es devaluar de golpe después de las elecciones, no cuenten con él.( Crítica de la Argentina)

Jorge Fontevecchia

Dicen que el tiempo es muy lento para los que esperan y muy rápido para los que tienen miedo. Quizá por eso, el kirchnerismo no para de producir acontecimientos, a una velocidad que los deja viejos a poco de nacer. Qué lejos quedó el terremoto político producido por el sorpresivo anuncio del adelantamiento de las elecciones del viernes de la semana pasada, con los posteriores impactos de la marcha contra la inseguridad el miércoles, el anuncio de coparticipar el 30% de las retenciones el jueves y los cortes de rutas de los ruralistas ayer, viernes. El tiempo objetivo indica que pasó una semana; el tiempo subjetivo nos induce a pensar que pasó mucho más. Adelantar las elecciones al 28 de junio implica adelantar crisis y soluciones de octubre a junio. Por ejemplo, la fuga de capitales de mayo y junio podría ser mayor que la que hubiera sido si se votaba en octubre. Pero después de resistir por debajo de $ 4 hasta las elecciones , el día “29 J” (exagerada connotación del “11 S”) el dólar comenzaría su rápida carrera hacia los $ 4,50. Opositores y oficialistas coinciden en ese valor para el dólar porque al mismo ritmo devaluatorio de los últimos seis meses el dólar hubiera pasado los $ 4 a mediados de mayo. También la Argentina podría volver a pedirle dinero a un Fondo Monetario Internacional reformado sin el costo político que tendría para el Gobierno hacerlo antes de las elecciones: se habla de 10 mil millones de dólares, más o menos lo mismo que se canceló anticipadamente hace dos años. Si tras las elecciones el oficialismo mantuviera la mayoría en ambas cámaras del Congreso, además podría producirse una segunda ola estatizadora (el mercado de comercialización de granos y el Banco Hipotecario, entre los más pronosticables), y la posibilidad de hacer realidad la tantas veces anunciada reforma de la Ley de Radiodifusión (ver página 18), lo que sería difícil instrumentar si como resultado de las elecciones del 29 de junio el oficialismo perdiera su mayoría parlamentaria, escenario que muchos descuentan.
¿Cobos, presidente? Hasta aquí, hipótesis razonablemente predecibles, pero lo que deja perplejos a muchos es qué sucedería con la economía si el kirchnerismo hiciera realidad su amenaza de dejar el poder en el caso de perder las elecciones de junio próximo. Para asignar posibilidades a esa hipótesis es importante tener en cuenta que el kirchnerismo prefiere casi siempre la sorpresa y rara vez anuncia con anticipación lo que hará. Cuando se difundieron adelantadamente planes del Gobierno, generalmente terminaron no siendo implementados y la filtración pudo perseguir el objetivo opuesto: amenazar con esa posibilidad para obligar a adversarios o neutrales a negociar o conceder al Gobierno algo para que no sucediera lo que se filtró. Pero habiendo tantas fuentes del Gobierno (varias en on y decenas en off ) que repiten lo mismo que dijo públicamente el luego arrepentido secretario de Organizaciones Sociales del PJ, Emilio Pérsico (“Le entregaremos el Gobierno al vicepresidente Julio Cobos para que se haga cargo del país”), no se puede descartar ese eventual escenario que por otra parte ha sido bastante habitual en varios países vecinos, aun con vices de una coalición integrada por partidos diferentes, comenzando por Brasil, donde Sarney, el presidente que fundó el Mercosur, era el vicepresidente de Tancredo Neves; e Itamar Franco, quien tuvo como ministro de Economía al creador del real como nueva moneda brasileña y luego presidente, Fernando Henrique Cardozo, era vicepresidente de Collor de Mello. ¿Qué pasaría con la economía en un país donde el vicepresidente Cobos asumiera la presidencia?
¿Lavagna, jefe de Gabinete? En ese caso, sería probable que existiera un ministro de Economía fuerte o un jefe de Gabinete, a cargo de la economía, fuerte. Lavagna, por ejemplo, con el apoyo de una eventual coalición parlamentaria que diera sustento político a Cobos, integrada por el radicalismo y el peronismo disidente de la provincia de Buenos Aires, con De Narváez y Solá más la intermediación de Duhalde ante Raúl Alfonsín a través de su hijo Ricardo Alfonsín, y de éste junto a Solá con Margarita Stolbizer. Elisa Carrió es la más difícil de convencer para unir a toda la oposición en una megacoalición a nivel nacional pero, al mismo tiempo, es ella la que intenta lograr lo mismo en la Ciudad de Buenos Aires sumándose al PRO en un acuerdo con Gabriela Michetti para encabezar juntas la misma lista: ella a diputados nacionales y Michetti a legisladores porteños. Si el adelantamiento de las elecciones alcanzó para generar acercamientos y atenuaciones del ego entre algunos opositores, una eventual renuncia del kirchnerismo a la presidencia también podría producir –por lo menos inicialmente– una unión de múltiples sectores. Respecto de la economía en particular, hay dos visiones sobre cómo será la situación en el invierno. Están los que piensan que la crisis mundial se profundizará con los meses, EE.UU. no logrará el rebote esperado y, agotados todos los diques de contención, sus efectos se sentirán muy crudamente en el día a día de los argentinos. Lavagna, por ejemplo, no es de los optimistas. Y están quienes sostienen que la Argentina está financieramente muy sólida porque los bancos podrían devolver el 100% de los plazos fijos, el 50% de las cajas de ahorro y el 30% de los depósitos en cuenta corriente, o sea el doble de lo que salió de los bancos en la crisis 2001/2002, y todavía tener algo de liquidez, y que si gran parte de ese dinero se fuera a comprar dólares, el Banco Central tendría reservas suficientes para que todos cambiaran sus pesos por dólares, algo que en 2001 era imposible. Obviamente, estos cálculos matemáticos y sólo financieros no miden otros efectos políticos y económicos en la vida real de las personas pero sirven para comparar en el plano teórico lo diferentes que son las situaciones de 2002 y la actual. Piensan también que la Argentina no tiene un problema económico sino uno político, y el ejemplo que ponen es con una empresa que tiene un muy buen producto pero un mal gerente: el problema es fácil de resolver, se cambia el gerente. Desde esta perspectiva, está claro que nadie hoy en la Argentina puede lograr que se exporten tubos de acero, por ejemplo, o determinados productos industrializados, porque la crisis global hizo que en el mundo no queden compradores de nada que no sea imprescindible. Pero muy fácilmente se podrían duplicar las exportaciones de cereales, carnes y otros alimentos, que el mundo sí demanda aún hoy con la crisis global, cambiando drásticamente la política de retenciones. Ese shock de confianza en el campo lo podría generar más fácilmente Cobos que Kirchner, por ejemplo. Por último, los optimistas piensan que Obama está haciendo muy bien su trabajo en EE.UU. y ya en el tercer trimestre de 2009 la economía de ese país volverá a crecer, produciendo un cambio en las expectativas mundiales, y 2010 sería un año de pleno crecimiento mundial. Si en un contexto económico favorable De la Rúa hubiera sido un presidente exitoso, en ese escenario Cobos podría tener un cierto margen de gobernabilidad. En lo pasado está la historia del futuro. Víctor Hugo decía que el futuro tiene muchos nombres: “Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad”. No puede negársele a Néstor Kirchner valentía y recordar que el futuro está oculto detrás de los hombres que lo hacen.( Perfil)

Vargas Llosa

En una entrevista publicada ayer en el diario italiano Corriere della Sera, el escritor peruano Mario Vargas Llosa habló sobre algunas figuras de la política internacional y en ese marco calificó de "desastre total" a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner."Cristina Fernández es un desastre total. Argentina está conociendo la peor forma de peronismo: populismo y anarquía. Temo que sea un país incurable", dijo el literato que aclaró que la Presidenta "no lleva al país por el buen camino"."La fuerza oscura, que hace medio siglo llegó a arrastrar a la ruina a una tierra entre las más ricas del mundo, está aún en movimiento en la Argentina", advirtió el célebre escritor peruano.

jueves, 19 de marzo de 2009

Jorge Fontevechia

Hay quienes sostienen que Kirchner coordinó con Macri hace 40 días el adelantamiento de las elecciones para herir a Carrió, obligándola a competir con Gabriela Michetti, y a Solá, quitándole tiempo para volcar a su favor la estructura del peronismo que precisaba para superar a De Narváez en las encuestas y así encabezar las listas del PRO-peronismo en la provincia de Buenos Aires. Hay, incluso, quienes pronostican que la eventual boleta que llevaría a Néstor Kirchner y Pepe Scioli (hermano de Daniel), los mismos apellidos de 2003, encabezando la lista de candidatos a diputados por la provincia de Buenos Aires, ganaría las elecciones del 28 de junio en ese distrito, que representa el 40% del padrón electoral. En síntesis, que el adelantamiento de las elecciones sería una jugada maestra tan sorpresiva y divisoria de la oposición como la nacionalización de las AFJP.
Así titularon los diarios: “Viveza pingüina”, Crítica. “La mejor defensa es un buen adelanto”, Página/12. Y “Una jugada para salir de la encerrona”, el análisis de Clarín.
La reacción de Kirchner y la interpretación que se realiza nos pinta de cuerpo entero como sociedad. Un extranjero se sorprendería de nuestra manera de ordenar la realidad. Más allá de los “buenos reflejos” y la “avivada” oficial, haría más foco en el ocaso de época que significa la extrema debilidad de un gobierno que, después de haber acumulado el mayor crecimiento ininterrumpido de la historia (51% de aumento del Producto Bruto durante 74 meses seguidos), no puede esperar cien días para cumplir con el cronograma electoral, y tiene que arriesgar al conductor de ese éxito y reciente ex presidente como candidato a diputado. También los ejércitos en retirada pueden ganar algunas batallas y en su camino de retaguardia destruir lo que encuentran a su paso, pero están en retirada.
Qué se ve de lo que pasa habla del que mira y no sólo del observado. En su libro Shakespeare en la selva, la antropóloga norteamericana Laura Bohannan cuenta su regreso a una aislada tribu de Africa: los tiv, con los que había convivido y logrado confianza gracias a un experimento anterior, para representarles Hamlet y comprobar si la naturaleza humana era igual en todas partes.
Cuando comienza con la obra contándoles que una noche tres hombres que montan guardia ante una sepultura ven de pronto que el difunto jefe se les aproxima, se produce la primera desinteligencia. “¿Por qué no seguía siendo jefe?” preguntó un tiv. “Porque había muerto y por eso se asustaron al verlo”, respondió la socióloga. “Imposible”, comentó uno de los ancianos al pasar la pipa a su vecino, quien lo interrumpió: “Desde luego que no era el jefe difunto, se trataba de un signo enviado por un brujo”.
La profesora continuó con su relato: “Uno de ellos, Horacio, se dirige al jefe muerto para preguntarle qué es preciso hacer para recuperar la paz, y como el difunto no responde declara que corresponde entonces al hijo del jefe muerto, Hamlet, ocuparse del asunto”. Gran conmoción entre los tiv suspende momentáneamente la función porque como el difunto tenía aún un hermano vivo, los ancianos murmuraron: “Esas tareas corresponden a los jefes y no a los jóvenes, nada bueno cabía esperar de algo que se hacía a espaldas de un jefe; era evidente que este Horacio no era alguien que supiera hacer las cosas”.
Más confusión aún se generó cuando la socióloga no logró responder la pregunta que le realizaban los ancianos de la tribu sobre si el jefe asesinado y su hermano aún vivo eran hijos de la misma madre, algo que Shakespeare no explica pero resultaba fundamental para los tiv: “El anciano jefe me dijo en un tono severo que esos detalles genealógicos eran esenciales y al regresar tenía que interrogar a los ancianos de mi país acerca de ello, mientras ordenó a una de sus jóvenes esposas que trajera su piel de cabra”.
La socióloga orientó su relato hacia Getrudis, la madre de Hamlet , y cómo incomodó que se volviera a casar tan pronto sin esperar que transcurriera el plazo de dos años de luto tras la muerte de su esposo. Quien ahora la interrumpe es la esposa del anciano jefe que venía con la piel de cabra: “Dos años es demasiado tiempo. ¿Quién cultivará tu campo por ti mientras no tengas marido?”. Luego los ancianos concluyeron que también hizo muy bien el hermano del jefe muerto en casarse con su viuda y madre de Hamlet.
El relato continúa con desopilantes interpretaciones de los tiv, como por ejemplo cuando Hamlet habla con su padre muerto y todos al unísono vuelven a oponerse a que los muertos hablen o caminen, y sólo la obra puede continuar cuando el brujo de la tribu concluye que no se trata del padre de Hamlet sino de un zombi, esos cadáveres que los brujos reaniman para sacrificarlos y comerlos.
La forma actual en que se hace política en la Argentina sorprendería tanto a los tiv como a Shakespeare y a la socióloga norteamericana, pero no a nosotros mismos, que estamos acostumbrados a estos “códigos” y nos parecen de lo más naturales. Kirchner es apenas un actor relevante de esta parte de obra pero no ha sido su creador ni será perpetuo protagonista. Kirchner es un espejo de nuestros defectos, del que podríamos aprovechar su reflejo para corregirnos.
Esos códigos desagradables se aprecian de forma ampliada ante cada cambio de ciclo. En una conversación privada con el dueño de un conjunto de medios de prensa al servicio del Gobierno, uno de sus proveedores –preocupado por el futuro, cuando el oficialismo decaiga y la publicidad oficial aminore– le preguntó qué pensaba hacer cuando los vientos políticos cambiaran. “Muy fácil, haremos lo mismo para el que venga”, respondió. Pero sería injusto criticar a los dueños de medios acomodaticios sin primero castigar electoralmente a los propios políticos que se pasaron de Menem a Duhalde y luego a Kirchner sin el mínimo síntoma de incomodidad. O moralmente a empresarios del más alto nivel, y así la lista podría continuar.
Creer que el problema es Kirchner, como la solución para quienes lo apoyan, y que la cuestión se centra en su relevo o permanencia es condenarnos a repetir eternamente como Sísifo nuestra historia actual.
Si no cambiamos nosotros mismos, dentro de poco algunos de quienes hoy insultan a Kirchner comenzarán a extrañarlo achacándole todos los males del país a su sucesor, y recordarán con cierta nostalgia el período de crecimiento de 2003-2008. Como dijo Gandhi: “Nosotros mismos debemos ser el cambio que deseamos ver en el mundo”. Las cosas no cambian, los que cambiamos somos nosotros.( Perfil )

Norma Morandini

Dice un anónimo jurídico que las Constituciones son "los chalecos de fuerza que se ponen las sociedades encima en tiempos de lucidez para evitar suicidarse en tiempos de locura”. Sentencia oportuna en este tiempo en el que la modificación del calendario electoral con argumentos puramente coyunturales y extorsivos parece más un traje a medida de los gobernantes que el chaleco de fuerza que necesita Argentina para evitar el suicidio como Nación. Vale recordar que desde el año 2004 existe un fallo de la Cámara Nacional Electoral que anuló la pretensión del gobernador Carlos Rovira de adelantar las elecciones en Misiones. La Cámara argumentó que el adelantamiento de las elecciones afecta directamente el mandado de los diputados que actualmente ocupan una banca. Si los mandatos vencen en diciembre de 2009, pero ya desde junio se conocerá el nombre de los reemplazantes, lo que se ve afectado es el poder de representación de esos mandatos. O sea, lo que se debilita es el mandato de los ciudadanos que delegaron su confianza a legisladores para que los representen por cuatro años. No por tres años y medio como sucederá ahora, lo que nos afectará el trabajo programado y prometido para este año. La Cámara Nacional Electoral ratificó entonces que aquella voluntad de Rovira convertía a un acto de suprema garantía para los ciudadanos, "en una imprudente puja de poder político". Una vez mas se reduce a los ciudadanos a meros electores, sin el derecho de meditar y juzgar a aquellos legisladores a los que les delegaron su confianza y deben rendirle cuentas al finalizar sus mandatos. Al impedir que el Congreso cumpla con el tiempo estipulado se vuelve a herir la función del Parlamento como el lugar de control y la caja de resonancia donde la ciudadanía dialoga sobre sus problemas a través de sus representantes. Las elecciones que definen a la democracia son el momento para que una sociedad debata y se ocupe de los problemas que la urgen y la aquejan. Por reducir las elecciones a una cuestión de candidatos, la que se debilita es la democracia. Norma Morandini es diputada nacional por la provincia de Córdoba ( El Parlamentario )

Jorge Asis

Que gobiernen Cobos y Clarín”.Lo soltó Pérsico, con la categoría conjetural de una maldición.Pero Pérsico se equivoca. Los Kirchner, aunque seguramente pierdan, jamás le van a dejar el gobierno a Cobos. Antes del descalabro convocarán, en todo caso, elecciones presidenciales. Más desesperadas que anticipadas.En las que también, las brigadas diezmadas del kirchnerismo comparecerán con una fórmula. Encabezada, probablemente, por Scioli. El líder de la Línea Aire y Sol. Sin otra alternativa, el pobre se encuentra adherido a la desdicha previsible del naufragio.Conste que Scioli es el gobernador que depositó más laceraciones personales en el fracaso político del oficialismo. El cual, mientras agrede y avanza, diseña los términos desastrosos de su salida. A pesar de los esfuerzos de la enternecedora oposición, que suele proporcionar, en su inocencia, transitorios triunfos parlamentarios. Que generan lícitas euforias, con abrazos televisivos al diputado Rossi.
“Plata o m…”
Sin embargo, las tendencias -patológicamente suicidas- del kirchnerismo mantienen la racionalidad de una conducción.Kirchner acumula frentes adversos, pero con el objetivo, sistemáticamente programado, de pulverizarlos.De manera responsablemente simultánea. Contra la oposición entera. Contra los osados desafiantes del campo. Contra Clarín.“Plata o m…”, suele simplificar un funcionario bonaerense. Otro de los invariablemente aferrados a la “estrella del César”.“Plata”, traducido, consiste en imponerse en la totalidad de los frentes. Entre los harapos de una sociedad cansada.“M…” significa resignarse. E irse, preferiblemente “por izquierda”. Acosados por la conjunción de oligarquías petrificadas que impulsarían el surgimiento, conjeturalmente folklórico, de “la resistencia”.La “oligarquía agropecuaria”, tan tradicional como inexistente. Acompañada por la multiplicidad de sectores que incluyen al peronismo. Y la “oligarquía comunicacional”. Clarín.
Presidencias de Kirchner
Se confunde aquel que cree, en la polvorienta instancia de los atropellos, que el kirchnerismo carece, en su suicidio, de racionalidad.La ofensiva contra Clarín es explicablemente sensata. Pero contiene la ciega insensatez del sujeto que la promueve.Kirchner fue, precisamente, el máximo favorecido, durante su primera presidencia, por el tratamiento informativo del Grupo inicialmente comunicacional.Ocurre que Clarín, por la dinámica del crecimiento empresarial, debió inspirarse en la sesgada concreción de negocios estratégicamente invalorables. Más, infortunadamente, que al ejercicio, hoy secundario, del periodismo, que derivó en la plataforma para las complejas proyecciones. Características de comportamiento que permitieron -según nuestra evaluación-, que Kirchner impusiera, con facilidad, los desbordes. Las prepotentes imposturas que lo llevaron, con la complaciente complicidad informativa de Clarín, a conquistar, con admirable rapidez, la hegemonía.En la segunda presidencia, a través del mascarón de La Elegida, Kirchner intentó atenuar el magnífico poderío del multimedios.Pero es -según Consultora Oximoron- como en el tango. Tarde.Entonces Kirchner desperdicia, hacia el sumidero de la historia, el gobierno nominal de La Elegida.Si con el presente ímpetu, Kirchner avanzaba, sin ir más lejos, en el 2005, podía haberse llevado puesto a Clarín. Como si fuera un arito. Con vigorosa convicción. Con la legitimidad política que, en el 2009, carece.
Escaramuzas
La racionalidad de la ofensiva kirchnerista, en contra de Clarín, contiene entre 60 y 90 días de consultas sustanciales. Plazo necesario para garantizarse, con especulativo candor, durante la campaña electoral, un comportamiento menos salvaje. O meramente profesional.Pero a esta altura, según nuestras fuentes, como se asiste al tango “Tarde”, no existe posibilidad de retroceso. De negociación.Los ataques explícitos unificaron, con esperable solidez, la estructura casi familiar del Grupo. Que emerge, para colmo, como el penúltimo bastión de resistencia al “autoritarismo”. Hasta para aquellos alarmados que consideran necesario atenuar la concentración de semejante poderío, que imposibilita la gestación de cualquier democracia viable.Abroquelados, entonces, en torno del señor Magnetto. A quien la contienda le estimula la epopeya personal de recuperarse físicamente.Mientras tanto, en el interior del Grupo, crece, en importancia, el cuadro que emerge, en conjunto con Rendo, como el plausible heredero del aún vigente Magnetto. Que no es, de ninguna manera, el señor Aranda, quien apenas califica para conducir el changuito en el supermercado Disco. Ni menos, el señor Pagliaro, que conciente de sus límites “está en otra”.Trátase del señor Casey. “El Sobrinito”.Según nuestras fuentes, Casey se encuentra varios metros por delante del acentuado refinamiento del señor Etchevers. Pero Casey se encuentra a la par -reitérase-, de Rendo.
En los preparativos para las escaramuzas finales, Magnetto descuenta que Kirchner, el declarado enemigo, avanza con algunos temas técnicamente menos prioritarios que la civilización del “triple play”. Primero, Kirchner avanza a través del fútbol. Con la impugnación hacia las privatizaciones noventistas de los goles, los que no pueden socializarse hasta después de “Fútbol de Primera”. Pero también Kirchner avanza con la perforación de las fusiones. Como Cablevisión-Multicanal. Y con otros aspectos dolorosamente emotivos. Como la perversidad judicial que alude a “los hijos”. Los cuales no sólo se limitan, según nuestras fuentes, a los hijos, ya bastante grandecitos, de la señora directora, Laura Ernestina Herrera de Noble. Hay, en apariencia, más grandulones. Con intimidades desgarradoras que se ventilan en un tribunal independiente de San Isidro. Desde donde lanzan “solicitudes de paradero”, con una ligereza estremecedora. Hasta a quienes convocan, a su pesar, como testigos.
Recaudos
Mientras tanto, tres o cuatro emblemáticas figuras del kirchnerismo básico, tendrían que agudizar, acaso inútilmente, sus recaudos.En principio, según nuestras fuentes, debiera preocuparse el Rudy Ulloa Igor. Es quien se encuentra más vulnerable, en el primer plano del próximo fusilamiento periodístico. Lo siguen, casi a la par, el batallón de señalados por la magia de las prosperidades rápidas. Desde Jaime, El Señor de los Subsidios, hasta los titanes de Electroingeniería. O Lázaro Báez, El Resucitado.En cambio De Vido, según nuestras fuentes, conserva un misterioso hálito de protección. Porque “Julio” mantiene, probablemente, una noción respetuosa de la civilización, de las bondades del diálogo. Genera lazos espiritualmente peronistas de afecto. Los que a Kirchner, en cuanto se entere por este despacho, podrán desagradarle. Hasta ponerlo, como con frecuencia, digamos que irascible. Con seguridad menos irascible que cuando el pobrecito, según nuestras fuentes, se enteró de aquellos decisivos resultados electorales de Catamarca. Cuando emergieron, por doquier, los gritos independientes. Golpes hacia las paredes. Fragilidad con rupturas. Reacciones elementalmente primarias que tentaron a los circunspectos señores de la custodia a imaginar ciertos artificios de contención.
Osiris Alonso D’Amomio para JorgeAsísDigital

Roberto Cachanosky

Cuando uno observa la evolución de los Indices de Confianza del Consumidor y el Indice de Confianza en el Gobierno que elabora la Universidad Di Tella (UTDT), puede advertir claramente que el deterioro de ambos indicadores comienza en febrero de 2007. Ya empezaba a sentirse con intensidad, en ese momento, la inflación que, coincidentemente, comenzó a ser dibujada a partir de enero de 2007. Por otro lado, cuando se observa la fuga de capitales, comienza con fuerza en el tercer trimestre de 2007, luego se suaviza y retoma con fuerza en el segundo semestre de 2008.
Estos simples datos muestran que la crisis económica internacional no ha generado el gigantesco problema económico que hoy tenemos. La crisis, solamente, ha dejado al descubierto que el rey está desnudo. Tanto el deterioro en la imagen del Gobierno como el de la economía comienzan mucho antes del estallido de la burbuja financiera del exterior, y ésta, al explotar, solo ha dejado en evidencia las inconsistencias del modelo, el que pudo ser financiado gracias al viento a favor que venía del exterior. La odiada soja era la que le generaba, en gran medida, la caja que les permitía la "gobernabilidad" de la que tan asustado está ahora el matrimonio. Claro, todo modelo populista necesita, para mantenerse, de algún mecanismo de financiamiento. Con el impuesto inflacionario en el tope y el sector agropecuario paralizado, el rey populista ha quedado desnudo. Esto es, se ha quedado sin caja, porque, además, la actividad económica ha caído de tal manera que ni siquiera la recaudación de otros impuestos les compensa la baja por los derechos de exportación.
Por otro lado, Kirchner ha sido una máquina de destruir sectores productivos. La vendetta contra el campo es un caso. El otro es la destrucción del mercado de capitales al confiscar los ahorros de la gente en las AFJP y podrían seguir los ejemplos gracias a las intervenciones de Moreno. Lo cierto es que todos estos destrozos los hizo con la mayoría en el Congreso, dado que la sangría de aliados comenzó después de la crisis internacional. Es decir, en todos estos años pudieron manejar el presupuesto a su antojo, prohibir exportaciones, incrementar retenciones, confiscar ahorros, estatizar empresas inviables, crear empresas estatales que no operan, controlar los precios y demás medidas intervencionistas. Tuvieron la mayoría necesaria en el Congreso para poder arrasar con la economía sin ningún tipo de obstáculos. La pregunta es: ¿por qué van a cambiar de rumbo en el hipotético caso que, en las próximas elecciones, lograran sostener la mayoría en ambas cámaras? Además, si tan seguros están de obtener el apoyo de ambas cámaras para conseguir el disparate de adelantar las elecciones, ¿qué problema tienen para conseguir ahora el apoyo de ambas cámaras para adoptar las medidas necesarias para encauzar la economía? ¿O es que no saben para dónde ir y no hay mayoría en el Congreso que valga que les permita poner en orden el destrozo que hicieron?
El problema no son las elecciones ni la crisis internacional. El problema es Kirchner que con sus medidas genera tal inseguridad jurídica e incertidumbre en las reglas de juego que ahoga la producción, incentiva la fuga capitales y, al crearse menos riqueza, le queda menos, yo diría que ya casi nada, para repartir y, de esa manera, sostener su política populista.
El adelantamiento de las elecciones de octubre a junio supone que las condiciones económicas serán menos malas en junio que en octubre, sin embargo, los mercados siempre se anticipan. La gente sabe que, y la Presidenta lo confirmó en su discurso, la situación es económica es crítica, por lo tanto, el consumo de bienes durables queda paralizado hasta después de las elecciones, sean estas en junio o en octubre. Y no hablo de postergar inversiones, porque de eso no hay con este gobierno. Lo que han conseguido con esta medida es, a mi juicio, adelantar el proceso recesivo. En vez de tener el descalabro de recesión en agosto o septiembre lo tienen ya, con el consiguiente impacto en la recaudación y el flanco fiscal. Queda por ver qué ocurre con el mercado de cambios. Lo que sabemos es que el manejo del BCRA de estar vendiendo dólares a futuro está comprometiendo seriamente las reservas y, en el futuro, puede haber una sorpresa muy desagradable al respecto. Por algo sigue escondiendo la información. Esta es una bomba de tiempo que, posiblemente, pudo haber influido en el adelantamiento de las elecciones.
Preguntas que seguramente se hace más de uno: ¿por qué vender dólares ahora para cambiar el auto o comprar una propiedad si en un tiempo más el tipo de cambio va a estar más alto que ahora? Cuestionamiento que puede formularse un empleado luego de escuchar a la Presidenta: si la crisis es tan profunda puedo quedarme sin trabajo, mejor ahorro y postergo consumo. Lo que han hecho es generar más pánico en la población. Es más, si Kirchner dice, nosotros o la ingobernabilidad (como si hoy hubiese gobernabilidad), está abriendo un gran interrogante sobre el futuro porque todavía no sabemos cuál será el resultado de las elecciones, suponiendo que el matrimonio sea sinónimo de gobernabilidad, algo que, por las condiciones sociales y económicas en que está el país, es debatible. De todas maneras Kirchner incentivó la incertidumbre y la parálisis al formular semejante declaración.
Con el adelantamiento de las elecciones basado en un argumento impresentable, el matrimonio le ha enviado un claro mensaje a la sociedad: no sabemos cómo solucionar el lío que hicimos. Por eso, sean las elecciones en junio o en octubre el problema sigue siendo el mismo: además del canje de bicicletas, ¿qué medidas van a aplicar para superar la crisis o, al menos, amortiguarla? Y tanto no lo saben, que por eso no han dicho qué medidas quieren aplicar que justifique el adelantamiento de las elecciones o, si se prefiere, tampoco han dicho qué medidas quieren aplicar que primero necesitan las elecciones.
En síntesis, o no saben qué hacer para arreglar la economía o, si lo saben, no lo quieren decir porque nada bueno deben estar pensando. ( La Nación )

Rosendo Fraga

En política se suele decir que la ingeniería electoral se come al ingeniero.
Se diseña una estrategia electoral, pensando en la última elección, y resulta que la próxima es totalmente distinta, y el que impuso reglas calculando que lo beneficiaban termina siendo perjudicado por ellas.
En 1911, cuando los conservadores diseñaron la llamada ley Sáenz Peña de mayoría y minoría, pensaban que durante varios años más tendrían la mayoría, dado que la fuerza que obtenía sólo un voto más se quedaba con dos tercios de las bancas y la segunda, aunque tuviera nada más que un voto menos, obtenía solamente un tercio.
La sorpresa para el oficialismo de entonces fue que el radicalismo obtuvo más votos, y contra lo esperado por los ingenieros electorales conservadores, el radicalismo logró dos tercios de los representantes.
El principal objetivo electoral del oficialismo al adelantar los comicios ha sido no darle tiempo a la oposición para organizarse.
Pensó, con cierta lógica, que un acuerdo entre el eje Pro-PJ disidente y el eje UCR-Coalición Cívica era imposible. Además, estimó que la coalición triangular Macri-De Narváez-Solá estallaría al no poder resolver los dos últimos el conflicto por el primer lugar en la lista de candidatos a diputados nacionales.
Pero el sorpresivo acuerdo entre todo el arco opositor, para oponerse en el Congreso al adelantamiento electoral, ha sido quizá tan sorprendente como lo fue la iniciativa oficial.
Si bien no es fácil, hoy no es imposible un acuerdo opositor amplio que alcance a los dos principales distritos, la Capital y la provincia de Buenos Aires.
Un acuerdo electoral entre los dos ejes opositores comienza por sumar en la Capital a Pro y sus aliados, la Coalición Cívica y los suyos. Que Carrió sea la primera candidata a diputada nacional de esta coalición y que Gabriela Michetti lo sea en la lista de legisladores porteños articula una alternativa electoral porteña muy poderosa, que puede obtener dos tercios o más de los votos.
A partir de quedar definidos los dos primeros lugares, Pro y sus aliados por un lado y la Coalición Cívica y la UCR en cada caso se reparten las listas por mitades, intercalando candidatos.
La traslación de este acuerdo a la provincia de Buenos Aires puede implicar la inversa del acuerdo porteño: que Francisco de Narváez sea el primer candidato a diputado nacional de este acuerdo y Margarita Stolbizer, la segunda. También de ahí en más las listas se reparten por mitades entre la alianza PJ disidente-Pro y la UCR-Coalición Cívica.
El eje UCR-Coalición Cívica debería a su vez abrir espacio en su parte de las listas a los seguidores del vicepresidente Julio Cobos, cuyo rol electoral no es menor, como lo puso en evidencia la reciente elección de Catamarca.
Dada la complejidad del distrito, esta boleta única para diputados nacionales puede tener o no dos para legisladores provinciales y lo mismo puede suceder para concejales en cada municipio.
Esto requeriría otorgar al sector del peronismo disidente que lidera Felipe Solá la porción más importante de la mitad de la lista de la coalición del PJ disidente-Pro, y dar al ex gobernador bonaerense no sólo un rol decisivo en la conformación de la lista, sino una posición parlamentaria decisiva para el período 2010-2011.
En el terreno de la política realista, un triunfo de esta coalición en los dos distritos más importantes no incide sobre las aspiraciones presidenciales de Carrió, Macri y Solá, ni sobre las que puedan tener para la gobernación bonaerense Narváez y Stolbizer, ya que el acuerdo impide en los hechos la competencia entre ellos.
Una alternativa de este tipo está hoy en condiciones de imponerse a una lista encabezada por Kirchner en la provincia de Buenos Aires.
De sólo conformarse, es probable que varios de los gobernadores justicialistas opten por un alineamiento independiente respecto del gobierno nacional.
La posibilidad que se abre es por la cual ha venido clamando desde hace meses el escritor Marcos Aguinis, constantemente preocupado por generar en el país una alternativa política viable ante el oficialismo.
Lo nuevo entonces no es la idea, sino que comienza a ser factible.
El autor es director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría ( La Nación )

Natalio Botana

La decisión del Gobierno de adelantar las elecciones previstas para el mes de octubre al domingo 28 de junio no es una medida excepcional. Es una decisión que forma parte de una serie de episodios en los que prevalece en los gobernantes la voluntad de poder o la sensación de que no cuentan ya con los recursos necesarios para seguir gobernando.
En un cuarto de siglo de democracia, esos momentos crepusculares forman una secuencia. Se podría aducir, entonces, que en el orden nacional y en las provincias, con el consenso o el disenso de la oposición, según cada caso, los adelantamientos y desdoblamientos de elecciones son parte de la normalidad. De este modo, aquello que debería ser excepcional se ha convertido en comportamiento rutinario. Con un agravante en esta circunstancia: mientras que la Constitución y el Código Nacional Electoral establecen fechas determinadas e inamovibles para que tengan lugar los comicios, el Gobierno pretende deshacer esta normativa a golpes de sorpresa.
El país sobrevive, así, entre dos regímenes: el régimen virtual de la Constitución, con sus debidas restricciones, y el régimen real del poder, que actúa sin tomar en cuenta aquellos frenos. Al ritmo de este sistema, la declinación institucional está a la vista. Este atributo sistémico de nuestra política (porque se repite y, por tanto, es esperable) ha servido de perillas a una pareja gobernante empeñada en defender a ultranza los restos de hegemonía que aún conserva.
Viento en contra. Son ráfagas que soplan fuerte en estos comienzos de año: el agotamiento de la política económica, el impacto de la crisis económica internacional en el comercio exterior, la inversión y el desempleo, varios comicios provinciales anticipados en Catamarca, la ciudad de Buenos Aires y Santa Fe que auguraban derrotas (de hecho, una ya ocurrió, hace diez días); el conflicto por las retenciones agrícolas, en particular la soja, y el telón de fondo, en fin, del clima de inseguridad que amplifica la televisión.
Inmerso en esta encerrona que detecta enemigos por doquier en los medios de comunicación, en el campo y en el justicialismo disidente de la provincia de Buenos Aires, el Gobierno pegó un salto hacia adelante con el propósito de disolver esa conjura de factores, según sus voceros, "destituyente". Tuvo a mano para ello ese depósito de experiencias de manipulación presto a ser utilizado mediante una maniobra audaz.
No nos engañemos: si, para un segmento de la dirigencia y de la opinión, padecemos los síntomas de una voluntad de poder al desnudo es porque hemos desnudado nuestra democracia de legitimidad institucional.
No obstante, esta erosión no ha llegado al punto de concentrar todo el proceso decisorio en el Poder Ejecutivo Nacional. El solo hecho de que estemos discutiendo un proyecto de ley de reforma del código electoral con mayoría calificada nos advierte que no se omite el papel del Congreso. El oficialismo tendrá, entonces, que trasponer dos fronteras electorales: el voto en el Congreso, impulsado a tambor batiente en esta semana y, de ser aprobado el proyecto, el sufragio de la ciudadanía en cada uno de los distritos electorales.
Aún así, por paradójico que resulte, el propio Gobierno está fabricando una opción de hierro que podría terminar acentuando su propia debilidad: o se lo respalda en el Congreso y después en los comicios o, de lo contrario, una vez perdida la apuesta, correremos el riesgo de caminar una vez más por el filo de la navaja de la ingobernabilidad. Estas apuestas que se juegan en una "batalla decisiva" -como las llamó Clausewitz y, tras él, mordiendo el polvo de la derrota, Robert E. Lee en la guerra civil norteamericana- provocan otra distorsión, al convertir estas elecciones intermedias, como bien se ha dicho, en un plebiscito ratificatorio de quien detenta el poder en palacio y busca ahora ser ungido por el voto popular.
Tal será, de aquí en más, el papel que habrá de asumir Néstor Kirchner en ese distrito decisivo, resorte principal de nuestros combates electorales, que es la provincia de Buenos Aires. En las ensoñaciones triunfales, el padrón bonaerense, al fin conquistado, de 10 millones de electores, haría las veces de una tabla de salvación. En la pesadilla de la derrota, podría quizá planear la figura en el ocaso de Charles de Gaulle, cuando abandonó la presidencia de Francia luego de la derrota en el referéndum de 1969.
He aquí la lógica plebiscitaria: un voto por el sí y otro por el no, lo cual, en buen romance "chavista", significa la adhesión o el rechazo a Néstor Kirchner. Esta dialéctica se ha impuesto en Venezuela. Entre nosotros, el panorama es más complejo debido a que las provincias hacen oír su voz con energía, hasta el punto de que la única área demográficamente significativa, en la cual el kirchnerismo está bien implantado, con probabilidades de salir primero, es el conurbano de la provincia de Buenos Aires.
La reducción territorial del poder podría ser percibida como otro signo de debilidad. Sin embargo, a poco que se profundice en el análisis, en esta megalópolis yace la reserva electoral más importante del país. Los elevados índices de indigencia y de población marginal dependiente de la protección del Estado conforman una masa disponible para que sobre ella actúen las diversas "cajas" fiscales de la Nación, provincia y municipios. En este sentido, la decisión del poder kirchnerista no pudo ser más oportuna para reforzar su alicaída posición. Hasta el mes de junio, la caja fiscal (recordemos que entre abril y mayo se paga el impuesto a las ganancias) y la disponibilidad de divisas pueden soportar el desaire de la crisis internacional; en octubre, en cambio, el cuadro de la escasez será mucho peor.
De aquí el desconcierto de quienes creyeron que el proceso electoral de este año podría circular por carriles normales. Error que compartimos: estos pronósticos son posibles cuando media una dosis razonable de legitimidad institucional; jamás cuando en su lugar media el puro arbitrio del príncipe. Por eso, por sufrir el flagelo de la imprevisibilidad, las oposiciones -en particular, el justicialismo disidente- deben rehacer sus cálculos con premura.
Habrá que adaptarse, pues, a este nuevo esquema y resolver, al menos, dos incógnitas. La primera consiste en saber si la fuerza económica del sector agropecuario podrá transformarse en potencial electoral. ¿Es, acaso, posible transferir la acción directa que un grupo de presión económico vuelca sobre el espacio público al terreno propio de la política representativa? No está todavía claro, pero de la respuesta a este interrogante depende gran parte del comportamiento electoral en provincias del peso de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires (excluida, se entiende, la aglomeración del Gran Buenos Aires, sobre la cual se volcará la parte del león del dinero electoral del oficialismo).
La otra incógnita radica en las estrategias que adoptarán las coaliciones de la oposición. Si bien estas coaliciones no están en condiciones de armar un polo unificado (las ensaladas electorales guiadas por el oportunismo suelen tener mal sabor), sí pueden organizar una vigorosa red de ofertas comunes dispuestas a contener esta arremetida. Desde todos los ángulos, habrá que cosechar votos sobre la base de un entendimiento en temas fundamentales. Las oposiciones deberían prefigurar así consensos futuros de gobernabilidad, a sabiendas de que este ciclo hegemónico con mayorías aplastantes podría estar tocando fondo. ( La Nación )

miércoles, 18 de marzo de 2009

¿ Y si esta vez se van?

El kischnerato ha decidido retirarse.Se les acabó la plata y los " compañeros" diputados y senadores se están retirando de a uno.
Claro que para los "diazbancalaris" de la política no hay problemas. Ya nos haremos aserrimos defensor del que gane.
El kischnerato a decidido jugar a la ruleta rusa , pero con todos nosotros.
Apuesta a todo o nada como con la 125.Esperemos que pase lo mismo.
Este pueblo o parte de él por lo menos , estamos pordridos de los pícaros de la política , de los sobradores de la gente. Ha llegado el momento de darles una lección ejemplar.Una lección de republicanismo. De utilizar los métodos democráticos para " republicanizar" a nuestra Patria.
Ha llegado el momento de llenar las urnas de votos contra la barbarie , la sinrazón , el deprecio por los demás.
El kischnerato se prepara para librar su última batalla.
El esposo prepara la retirada de su esposa ,a la cual le ha quitado todo el prestigio político que tenía.La convirtió en una " de la rua" con polleras.
Este pais entre Peronistas y malos militares ,que han sido el 90% de los gobiernos de 1945 para aqui, ha sufrido la peor de las plagas.
Unos con su plan de destruir la educación del pueblo para de esta manera tenerlo oprimido.
Otros dejando que estos gobiernen para tener la excusa de gobernar.
Preparemosno para librar una nueva batalla en pos de la República y el Federalismo.
Nos han dado la oportunidad, aprovechemosla.
Dejemos sin quorum propio a los pícaros de la politica.
No nos sorprenderá que se vayan , otros de su mismo partido lo han hecho : Duhalde , Rodriguez Saa , Roucauff , cientos de malos sindicalistas durante la dictadura.
La Argentina vivió 135 años sin peronismo y mal no le fué.
Era cuando se hablaba de República y no de democracia

lunes, 16 de marzo de 2009

¿ Cuando votamos?

El kirchnerismo conciente que no tiene garantizados los votos para aprobar el adelantamiento de las elecciones al 28 de junio, abrió una línea de negociación con peronistas opositores y macristas. Se habla de consensuar una fecha sobre fines de julio o principio de agosto. La idea es dejar solos y protestando a Carrió, Cobos y la UCR ( La politica on line )

Gregorio Badeni

Una vez conocido el proyecto kirchnerista para adelantar las elecciones al 28 de junio, en seguida empezaron a surgir interrogantes sobre el marco legal y jurídico para poder avanzar en ese sentido. Según el prestigioso abogado constitucionalista, Gregorio Badeni, “no hay razón de gravedad institucional para cambiar la ley”.Badeni, en diálogo con Puro Periodismo por AM El Mundo, empezó por explicar el marco legal. “En la ley vigente, el acto electoral se tiene que realizar el cuarto domingo del mes de octubre. Si se quiere adelantar, se tiene que modificar el Código Electoral. Para eso se deberá votar una ley con la mayoría absoluta de la totalidad de miembros de cada una de las cámaras. Se necesitan 129 diputados y 37 senadores”.Y continuó: “El gobierno debe convocar 90 días antes para dar tiempo a que los partidos políticos formen alianzas, etcétera, las cuáles tienen que presentar 30 días antes de las elecciones”. Consultado por los plazos para constituir alianzas, Badeni opinó que parece “poco probable” que se lleguen a concretar, “porque los partidos políticos seguramente están organizando toda su estructura interna en función del mes de octubre”.A la hora de recordar casos anteriores de cambios de fecha electoral, citó casos “de acefalía presidencial” como cuando anunció su renuncia Ricardo Alfonsín, o “cuando fue elegido Kirchner”, aunque aclaró que “para la elección nacional de diputados y senadores no recuerdo que haya habido modificaciones de esta índole”.“Las leyes son dictadas para ser cumplidas. Si hay una ley que establece en forma orgánica que las elecciones se deben hacer en determinada fecha y no hay una razón de gravedad institucional no veo razón para que nos apartemos del texto de la ley”, opinó el constitucionalista.“Una vez más las leyes no se quieren cumplir cuando son un obstáculo para alcanzar fines políticos”, cerró con claridad Badeni.

Galtieri me salvó la vida

ROSARIO (Rosario/12). Laura Inés Cosidoy es camarista federal con más de 30 años de trabajo en ese fuero. Es conocida por el rol que adoptó en los últimos años enfrentando al narcotráfico.
Pero por estos días tuvo que tomar una decisión crucial al tener que sentarse en uno de los tres sillones de quienes enjuiciarán a los responsables del Terrorismo de Estado: Cosidoy pidió dar un paso al costado, por haber sido defensora oficial durante la dictadura.
Su excusación ya lleva meses y demora los juicios, y fue rechazada finalmente por la Corte en los últimos días. Deberá sentarse entonces para ser recusada, como asegura, por ambas partes: Víctimas y querellantes. En esta, la primera entrevista a fondo a la que accede, Cosidoy deja conceptos más que inquietantes: Asegura que el general Leopoldo Fortunato Galtieri le salvó la vida, que no podría juzgarlo por el afecto que siente por él, y que hay luchadores por los derechos humanos que "ponían bombas durante el Proceso" y que este año no se va a poder juzgar la causa de Pascual Guerrieri (Quinta Funes), el primero de los juicios que debe llevarse adelante en Rosario. Finalmente, aceptó hablar también sobre las sospechas de que sus dos hijos adoptivos puedan ser hijos de desaparecidos durante la dictadura.
-¿Se harán los juicios por delitos de lesa humanidad en Rosario?
-Lo veo complicado, porque son muchos mecanismos que se usan para demorarlos. Hoy no hay lugar físico donde hacer el juicio y problemas para conformar los tribunales.
-¿Qué piensa de los cómplices civiles que tuvo la dictadura en Rosario, muchos de los cuales aparecen reciclados en democracia, gente que como usted se reunía con Galtieri a pedirle cosas?
-Los puede haber, querido señor, y pienso que reciclados hay de las dos partes. Si hay civiles que pueden haber sido cómplices, o no haber querido ver, que le han pedido a Galtieri; también creo que puede haber gente en este momento que esté luchando por los derechos humanos o que esté ocupando cargos públicos, y que se pueda dar el lujo de decir que puso bombas.
-¿Por qué se excusó en los juicios por Terrorismo de Estado?
-En los escritos que presenté cuento las cosas que he vivido como defensora oficial federal. Eso solo vale para que me recusen, y para que entiendan que emocionalmente es muy difícil generar en las partes esa seguridad de imparcialidad que las partes tienen que tener.
-Usted está segura de que la van a recusar de ambas partes, ¿qué es lo que va hacer?
-Aceptar esa recusación, y apartarme.
-¿Quién tendrá que decidir sobre esa recusación?
-Se tendrá que conforma otro tribunal nuevamente y empezar de nuevo el camino.
-Con esa dinámica, ¿cuánto podría demorar para empezar el primer juicio por Terrorismo de Estado en Rosario?
-No sé si se va a hacer Guerrieri, ni sé cuándo se pueda hacer.
-¿No iba a ser este año?
-Viéndolo de afuera, le digo que no. Después hay otra causa (Jordana Testoni), que tiene muchos de los mismos encartados. Creo que la división por centros clandestinos produce demoras.
-De los procesados en la causa Guerrieri, ¿quién podría recusarla y por qué?
-De los procesados el que he visto es el más famoso, es el que habla en los medios, y su defensores renuncian. Hágame acordar de los imputados en Guerrieri por favor...
-¿Costanzo?
-Sí, ¿vio que era muy fácil? A Costanzo lo he visto, y lo he visto también acá en el Tribunal, de hecho me llamó una vez por teléfono a mi casa, para preguntarme algo del expediente, y le dije que no tenía la menor idea, porque no intervenía en ese expediente. Y él dijo a los medios que era mi amigo, lo que ya serviría para que me recusaran los del otro lado. A los otros incluidos en la causa Guerrieri, no los vi, sólo a Costanzo, pero a lo mejor usted me para frente a Guerrieri, o de Pagano o de los otros, y le puedo decir ahora 'sí, a éste lo he visto', lo conozco, de vista, pero en este momento no asocio caras con nombres. De los querellantes, ha sido la testigo Adriana Arce con quien más he tenido relación, que es muy estrecha, y hubo un feeling muy especial, y me vino a ver cuando empezaron los reconocimientos de lugares de detención. También Rafael Bielsa me conoce, y les contó a los medios que yo le salvé la vida. Con ellos dos nomás me recusarían.
-¿Cómo tomó el reconocimiento público que hizo Rafael Bielsa por haberle salvado la vida?
-En realidad no lo entendí, porque nunca hubo una charla privada entre él y yo, después de que se fue de Rosario hablando de eso. Me pregunto por qué la necesidad de decirlo públicamente en ese momento de su candidatura. Lo hizo público en ese momento cuando yo nunca había hablado de eso, porque entendí que por código era algo muy íntimo y particular de Rafael. Yo estoy hablando en este momento de esto y me veo en el Hotel Europeo donde vivía, lo veo a él sentado en el borde de mi cama, escucho sus palabras, y el terror de llevarlo al Comando, a su familia que decía que no lo hiciera, y yo que me jugaba que él era inocente, por eso yo iba a pelear y entraba y salía con él. No entendí, después de tantos año enterarme por los medios también que él dijo que puso bombas y que estuvo en hechos resaltados cometidos por los Montoneros. Esa no es la misma versión que tuve cuando lo llevé al Comando a presentarse.
-¿En qué fecha fue en este hecho?
-En 1977.
-Una de las interpretaciones que se hicieron cuando Bielsa reconoció su ayuda, es que si alguien podía salvar la vida de otro en una dictadura era porque del otro lado había alguien que escuchaba a esa persona. ¿Quien escuchaba sus pedidos del otro lado?
-Galtieri. Les guste o no les guste.
-¿Usted tenía diálogo con el general Leopoldo Fortunato Galtieri?
-Sí, creo además que le debo la vida a Galtieri, porque para el resto de los que eran las fuerzas de operaciones que integraban militares y policías, mi cabeza no valía dos pesos. Se han inventado muchísimas historias en relación a Galtieri y a mí, pero también se inventaron con jefes de policía y con ministros. Realmente no me importa, porque sé el respeto que yo tuve y la conducta mía, así que en ese sentido estoy absolutamente tranquila, y no tengo ningún derecho a negar que era escuchada al punto de que me salvó la vida.
-¿Cuándo le salvó la vida Galtieri?
-Cuando hubo un episodio raro, de movimiento de personas, que se llegó a saber, porque yo sabía cosas que mis defendidos me habían contado. Mi cabeza no valía nada.
-¿La quisieron matar?
-Sí, me quisieron matar. Fue antes el Mundial'78. En ese momento no supe, recién ahora estoy poniéndole cara a los relatos. Entonces eran apodos: El Chino, el Potro, el Burro.
-¿Fue el propio Galteri quien se lo comunicó?
-Sí, me llamó por teléfono una tarde para que fuera al Comando que quedaba en Córdoba y Moreno, y me estaba esperando en el escritorio. Por lo general nos sentábamos en los sillones, y creo que en ese momento él suponía que yo estaba más alertada del tema, que conocía algo, e intentó darme tranquilidad, pero finalmente me tuvo que contar lo que pasaba porque lo ignoraba totalmente.
-¿Qué hubiese pasado si le hubiese tocado juzgar a un hombre como Galtieri?. ¿Qué piensa de lo que hizo Galtieri en este país?
-Yo soy muy arbitraria en ese sentido, y cuando están involucrados mis sentimientos no puedo juzgar. Te quiero o no te quiero, y no te juzgo. No puedo juzgar la conducta de Galtieri.
-¿Qué piensa acerca de lo ocurrido durante la dictadura, en todo caso del resultado de las órdenes que dio Galtieri?
-De Galtieri y de los demás, estamos hablando del Proceso. Fue de terror, realmente de masacre, y ojo que hablo de época de terror, porque tengo en cuenta bombas de los dos lados. Pero en este caso estamos hablando de represión del Estado. La mía es una generación que pasó por muchas cosas, desde Isabelita con Lopez Rega y la Triple A, empezaron a salir facciones de todo tipo. Incluso en la época que estuve en la Corte, no sabíamos de dónde podían venir los balazos, y se desató una guerra donde realmente a partir de ahí era la fuerza del estado, impartiendo terror.
-Usted dice que para quienes reprimían era "la terro", pero hubo dos detenidas que la objetaron públicamente -Liliana Gomez y Marta Bertolino, en Rosario/12 el 27 de marzo de 2005-, argumentando que la información que ellas le brindaban como su defensora, terminaba en manos del propio Ejército. Es más apuntaron que usted llegó más de una vez al penal de Devoto con el mayor Soria, el responsable de los detenidos en el ámbito del Segundo Cuerpo de Ejército.
-Yo no me tengo que defender, sino contarle cómo fueron las cosas. Y desmiento que Soria me llevara a la cárcel, eso no es cierto, tal vez en alguna oportunidad me pudo haber facilitado la entrada a Devoto, que algunas veces se me hacía muy complicado. Yo era defensora oficial federal, pero el Servicio Penitenciario me ponía trabas: más de una vez estuve en el subsuelo de Devoto inundado en un locutorio, con mis defendidas. Y hasta en ese lugar a escondidas podía fumarme un cigarrillo con ellas y, a veces, hasta podía contrabandear un pedacito de torta que les mandaban sus familias. En verdad tuve problemas con defendidas mías, al llevarles el mensaje de sus familias para que firmaran algo dentro de la cárcel, para sacarlas del grupo 1 al grupo 3, porque asi lograban dejar de estar a disposición del Poder Ejecutivo Nacional. Era un nexo con esas familias. Hubo quienes aceptaron y firmaron un reconocimiento y pasaron al grupo 3, y pasaron a estar más libres en sus movimientos, no recuerdo bien, y otras que tuvieron enfrentamientos conmigo diciéndome que le transmitiera a la familia que no iban a hacerlo. Esto pudo haber sido un punto de conflicto, pero que yo confiara lo que hablaba con mis defendidas, si alguna vez lo hice, y si de alguna cosa me sirvió esa relación que pueda ser punto de crítica, fue en favor de mis defendidas siempre. Nunca jamás en contra.
-¿Alguna vez intentó que alguna de sus defendidas se declarara culpable para lograr alguna mejora en la detención o su libertad?
-En lo que dependía de un expediente judicial jamás pedí que alguien se declarara culpable. Lo que sí transmití en algunos casos, y a pedido de la familia, que firmara ese papel para pasar de un grupo al otro.
-¿Ese pase de grupo que significaba?
-Tener más tiempo de visita y otras condiciones de vida, por ahi pasaba.
-¿Cómo se lograba ese beneficio?
-No se necesitaba información de esa gente. Pero era admitir cosas, o renunciar a algo, para decirlo de alguna manera por ejemplo decir "no me gusta o no soy más montonero" una cosa así.
-¿Alguna vez pudo utilizar ese contacto que tenía con el general Galtieri para salvar alguna vida, tal como le reconoció Bielsa?
-Lo hice para saber si alguien estaba vivo o donde estaba determinada persona, pero nunca sentí que pudiera hacer algo para salvar una vida, o evitar algo. No estaba dentro de mi esfera, ni tenía acceso ni posibilidad de hacerlo. A Bielsa lo que hice es defender su inocencia para que no le abran una causa por la ley antisubersiva porque en su agenda había nombres que lo comprometían a quienes les prestaba su despartamento, nada más. Nunca pensé que le estaba salvando la vida. Pero mucho más profundo que eso: como le puedo decir a alguien ' no matés a fulano, si yo a ese alguien no lo creía capaz de matar'.
-¿Usted no creía que Galtieri era capaz de ordenar la muerte de alguien?
-No creía, así como lo estoy mirando a usted, se lo digo.
-¿Qué le llevaba a pensar eso?
-(Se le llenan los ojos de lágrimas) El no tener nada para pensar que era capaz de hacer una cosa así. No lo sé, es una de las cosas que es difícil de explicar, tan difícil como explicarle a la gente porqué no puedo juzgar a alguien que quiero. Si soy amigo de alguien del que dicen que es una basura y yo por algo le tengo algún afecto, bueno tengo afecto y punto, no puedo juzgarlo.
-Entre las cosas que se apuntaron hacia usted trascendió que la agrupación HIJOS estaba interesada en saber el origen de dos de sus hijos adoptados durante la dictadura. ¿Qué tiene para decir?
-Cuando estos jóvenes me preguntaron, les remití al descargo que hice ante la Conadep, a quienes les conteste con todos los papeles. Tengo dos hijos adoptados y un tercero que es hijo propio. El mayor tiene 32, la del medio 28 y el menor tiene 22 años.
-¿Cómo hizo esas adopciones?
-A Alejandro el mayor lo fui a buscar a Casa Cuna de Resistencia, Chaco, tenía entonces tres años y medio. Mi madre había sido la directora de Minoridad y Familia de Chaco de donde somos, y tenía mucha relación con los jueces, y las defensoras oficiales. Alejandro había sido abandonado por su papá y de su madre no recibía mucha atención. Como no había terminado la causa por pérdida de la patria potestad no sabía si me iban a dar la guarda. Asi me dijeron que en el hospital Perrando, estaba en una incubadora una nena, cuya mamá había cedido la patria potestad estando embarazada así que la defensoría siguió todo su embarazo. Y cuando nació desapareció su progenitora, pero tengo nombre apellidos y está ubicable. Maria Eugenia nació el 7 de juio de 1980, y me la entregaron el 12 de agosto. Días después me entregaron a Alejandro.
-¿Usted está segura que sus hijos adoptivos no tiene padres desaparecidos por la dictadura?
-Totalmente y quédese tranquilo que lo investigó la Conadep con los expedientes de adopción.
-¿Siente culpa por no haber hecho algo durante la dictadura?
-Siempre puse lo mejor de mi, no siento culpa. Siento que me ocupé muy poco de mi misma. Es más creo que tengo una misión y que la he cumplido, y es lo que hice hasta ahora.
-¿Cómo le gustaría que la recuerden?
-Como la mujer que cumplió. Ingresé en el 76 en la justicia y juré por los Estatutos (del Proceso de Reorganización), pero en 1985 me confirmaron en mi cargo, y juré entonces por la Constitución Nacional.
Y vivo convencida de lo que digo y hago, porque si alguien tuviera algo para extorsionarme, para callarme ya lo hubieran hecho. Por eso creo que no existe nada de eso y por eso puedo seguir adelante

La Argentina Profunda

escribe Carolina MantegariEditora del AsísCultural,especial para JorgeAsísDigital
La agenda política de los Kirchner se inspira en Mauricio Macri. Es el Primer Adelantador. Una especie de Pedro de Mendoza electoral.La densidad ideológica del progresismo de La Elegida, se inspira, en cambio, en conceptos agotados por el derechista extremo Jean-Marie Le Pen. Líder del Frente Nacional francés.
Las claves de Rocamora
“Para entender el adelantamiento, para el 28 de junio, de las legislativas planteadas constitucionalmente para octubre”, clarifica un didáctico Oberdán Rocamora, “debe tomarse, querida Carolina, como punto de partida, la sospecha. Deriva en temeraria certeza. Era improbable que el kirchnerismo desangrado llegara, con algún oxígeno, a octubre. Tenía picado el boleto”.Según Rocamora, los Kirchner patentan la idea de Macri, el adelantador que les marcó la agenda. Pero el adelantamiento se impone, para Kirchner, como “la recuperación de la iniciativa extraviada”.“Un proyecto, en suma, Carolina, violentamente antiinstitucional, pero audazmente inteligente”.Como los Kirchner estaban perdidos, según Rocamora nada tenían para perder.Aparte de recuperar la iniciativa, el gobierno “extraviado”, que se pulverizaba antes de octubre, se asegura, ahora, que puede llegar, al menos, hasta junio.
Favorecidos y afectados
Un estiramiento de la agonía, en la interpretación de Rocamora, merece la pateadura constitucional. La calidad institucional, a esta altura de los harapos, importa un “reverendo pepino”.Induce la confección de un “reacomodamiento”. Con escasos “favorecidos”, de los tantos proyectos individuales, apenas tres. Y con un “torbellino de afectados”.Entre los favorecidos, Rocamora incluye, en primer lugar, al propio Kirchner. Porque renace transitoriamente, con la prepotencia de la respiración artificial. Y se ubica en el primer plano, de donde nunca, ni en sus peores momentos, abandonó.Pero también puede situarse entre los favorecidos a Francisco de Narváez. El perverso que, después de cargarse a Blumberg (en el 2007), y a Jorge Macri (en el 2009), amenaza con convertirse en algo menos específico que un banco de inversión.Y favorece al Primer Adelantador, el bajador de línea, Mauricio Macri. Porque Macri les saca, en la coyuntura, metros de ventaja a la conjunción de “afectados”. A los que se anotaban en la carrera con obstáculos. Para la sucesión irremediable de los Kirchner.Entre el lote de “afectados” se destaca, para Rocamora, la señora Carrió. A la que pasan, otra vez, al cuarto de las postergaciones.Pero la sigue Reutemann, el Cuarto Cobos. Y Binner, que es, curiosamente, con Reutemann, el socio provincial en la afectación.Embocan también al Tercer Cobos, Felipe Solá. Y por supuesto, colocan en el aro al fundador de la dinastía. El Cleto. Cobos Uno.
La ignorancia no da derechos
Como concepto recurrente de La Elegida, el de la “Argentina Profunda” es elemental. Cuesta sostener, semejante precariedad, desde el progresismo. Porque la base intelectual parte del posicionamiento sistemáticamente opuesto. De pensadores imbuidos por un nacionalismo emocional.Prendió en la entreguerra, hasta generar la millonada de muertos. Sólo resulta encomiable en su candor, a los efectos de recuperar orgullos e identidades disipadas. Pero es un concepto profundamente reaccionario.La ignorancia -como la victoria para San Martín- no da derechos.
Salvo que el señor José Nun, u Horacio González, carezcan del menor acceso a las orejas decisivas del poder, La Elegida debería descontar que la “Argentina profunda”, como idea básica, como idea fuerza, remite a los esquemas plácidos de los antepasados del fascismo. Movimiento igualmente utópico, que se antepuso al comunismo, en la guerra civil de la agotada Europa, que sin embargo se exportó al mundo (Ver al respecto “La Guerra Civil Europea”, de Ernst Nolte).
Kirchnerismo lepenista
Es recomendable que La Elegida se abstenga de citar la “Argentina profunda”. Que olvide el concepto, con profundidad. Sobre todo si aspira a participar de la máscara progresista.El concepto de “profundidad nacional” remite a los resabios escasamente presentables de la derecha francesa. La que tanto influyó, sin ir más lejos, en el nacionalismo alemán de entreguerras (Ver al respecto “Lesca, el fascista irreductible”, de Jorge Asís).Una derecha indigna de ser jactanciosamente citada, sin su correspondiente condena, por quien aspire aún a cautivar a los lectores distraídos de la Secretaría de Estado de Página 12. O del resistente reducto dominical “Miradas al Sur”, que promueve un kirchnerismo tendenciosamente revolucionario.A pesar de todo, una parte gravitante de la Europa actual se vuelca, en sus distintas vertientes, hacia los antiguos postulados retardatarios, que se suponían en vías de superación. En Austria, en Italia, en la misma Alemania. Donde prolifera temerariamente una derecha orientada, aunque también bastante inculta. Porque ni siquiera supieron digerir las propuestas fundacionales de Charles Maurras (ver al respecto ”Introducción a Maurras”, de Enrique Zuleta Alvárez, autoridad superlativa en la materia).
La derecha de referencia, crecientemente corrosiva, mediáticamente degradada, mantiene, como exponente emblemático, a Jean-Marie Le Pen. Trafica sentimientos nacionalistas que en la Argentina, después de Hugo Wast y de Beveraggi Allende, carecen de una representación intelectualmente considerable.Trátase de una derecha perfectamente manipulable. La hubiera necesitado la izquierda analfabeta. La que aún impregna la cultura fragilizada de los suplementos de la especialidad. Podía, incluso, esa derecha, de existir, hasta haber legitimado el progresismo insustancial de los bienpensantes, que se construyen como revolucionarios por oponerse al aborto. Un progresismo entendido como la playa donde naufragó cierta izquierda a la deriva. La que no puede imaginar el delirio protagónico de ninguna revolución social. Aunque alcance a entusiasmarse con la iniquidad autorreferencial de Venezuela. El etnicismo de Bolivia. Y a partir de hoy, con El Salvador.Después del descalabro de la Alianza, en el segundo lustro de los dos mil, la superstición progresista justamente se apoderó del movimiento político que la anulaba. Mientras, simultáneamente, la contenía. El peronismo. El mismo peronismo que también atenuó, en los noventa, los ímpetus de aquellos liberales fundamentalistas que jamás lograron privatizar siquiera un kiosquito. Como los que solía fundir el ex vicepresidente Álvarez. Debió aparecer el peronismo de Menem para sentar, en la Argentina, los pilares de algo parecido al capitalismo. Pero con destino de tribunales.
Otra Elegida, Marine Le Pen
Lo importante es que la antigualla, insoportablemente derechosa, de la “Argentina profunda”, que hoy promueve La Elegida en sus alocuciones, se inspira en el énfasis de la “France Profonde”. Inspira el accionar xenófobo, contagiosamente excluyente, del perdurable Jean-Marie Le Pen. El maurrasiano que influiría, después, en el austriaco Haydar, el lepenista muerto que también solía exaltar la “Carintia profunda”.Por lo tanto, como concepto, la “Argentina Profunda” unifica al Frente de la Victoria del kirchnerismo con el Front National francés. El que precisamente hoy coordina otra Elegida.Esta Elegida no es, como en nuestro caso, la esposa.Es la hija de Le Pen, Marine Le Pen, que insiste, igual que Cristina, con la “France Profonde”.
Carolina Mantegaripara JorgeAsísDigital