sábado, 14 de marzo de 2009

Carlos Abrehu

El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner buscó cambiar el eje del debate público y reordenar el peronismo, con la propuesta de adelanto de las elecciones de octubre a junio. Sorprendió la decisión adoptada por el matrimonio gobernante, que precipitó movidas en el frente oficialista y en las franjas opositoras. Néstor Kirchner agitó el cuco del quiebre de la gobernabilidad para disfrazar el debilitamiento político de su esposa. El ex presidente acusó de irresponsables a sus adversarios por el clima crispado que vive la Nación y omitió señalar el grave error de diagnóstico en que incurrió su esposa, al minimizar el impacto de la crisis internacional en 2008. El “efecto jazz” golpeó con fuerza las actividades económicas del país, a lo que se adicionaron los problemas causados por políticas internas. De estos, el más nítido es el del agro, que abrió un abismo entre Cristina y la Mesa de Enlace. El debate por las retenciones pasará por el Congreso, donde el kirchnerismo buscará recuperar su control con el adelanto de las elecciones para junio.

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